macroeconomía –

Macroeconómica es la rama de la teoría económica que estudia la acción e influencia de actores globales como empresas, conglomerados y países en la economía mundial.

El término «macroeconomía» fue acuñado por Ragnar Frisch en 1933. Su objeto de estudio son las magnitudes y relaciones globales, el análisis de la economía considerada en su conjunto. La macroeconomía (producción, ingresos, consumo, empleo, etc.) se distingue entonces de la microeconomía, que estudia el comportamiento de los individuos en los mercados (comportamiento del consumidor en el mercado de un bien, comportamiento del productor en un mercado laboral o de capitales), y la mesoeconomía. Situada en un nivel de análisis intermedio entre el individuo y la nación, esta última estudia el comportamiento de las ramas de actividad (por ejemplo, la siderurgia).

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Más allá del acuerdo general sobre la nivel del análisis macroeconómico, las divergencias se expresan en el método que requiere. Según una primera concepción, la oposición entre microeconomía y macroeconomía sería falaz, porque la microeconomía no se limita al análisis del equilibrio del mercado, o equilibrio parcial, sino que pretende comprender la interdependencia de los mercados y dar cuenta del equilibrio general, que es decir el equilibrio simultáneo en todos los mercados de bienes, trabajo y capital. La verdadera cuestión entonces es la del vínculo que une estas dos ramas del análisis económico.

Según una segunda concepción, la macroeconomía sería una disciplina autónoma cuyo objeto es el circuito económico y no el equilibrio general. La macroeconomía integra el dinero desde el principio, que la microeconomía excluye o reintroduce sólo después, toma en consideración el tiempo, mientras que la microeconomía sería estática, da cuenta del funcionamiento de una economía concreta, con sus crisis y sus conflictos, mientras que la microeconomía sólo se aplicaría a un ideal economía, compuesta por individuos iguales que viven en perfecta armonía, conociendo las crisis sólo como accidentes.

Nivel o método de análisis, la macroeconomía no presenta la misma unidad doctrinal que la microeconomía. Está atravesado por diferentes corrientes de pensamiento, siendo la oposición más antigua y más fuerte la de los monetaristas y los keynesianos.

Para realizar sus análisis, la Macroeconomía utiliza indicadores económicos globales como PBI, PNB, entre otros.

¿Qué es?

El término «macroeconomía» apareció en los Estados Unidos en 1930, después de la crisis de 1929.

La macroeconomía se ocupa de analizar la economía en su conjunto. Así, debe considerar variables macroeconómicas como el nivel de desempleo, PNB (Producto Nacional Bruto), PIB (Producto Interno Bruto), inversiones y gastos totales, etc.

La macroeconomía busca definir cómo las grandes decisiones afectarán a la sociedad, la política de un país o un bloque económico.

Su objeto de estudio serán empresas, países, grupos económicos y, de esta forma, evaluar la economía en dimensiones regionales y nacionales.

En este marco, se explicarán temas importantes como el aumento / disminución de las exportaciones e importaciones, el desempleo, la demanda, las inversiones, la inflación, etc.

Para que su estudio sea válido, la Macroeconomía toma en cuenta los elementos de la Microeconomía que estudian el gasto de las personas, las familias y el comercio minorista.

Gobierno

Según Macroeconomía, el papel del gobierno es fundamental y consistiría en mantener una buena política monetaria para promover la estabilidad económica.

Asimismo, correspondería al gobierno evitar gastar más recursos de los recaudados, distribuir la riqueza para corregir las desigualdades y ayudar a las empresas a mantener la economía en marcha.

Índices

Para medir si la macroeconomía de un país es buena o mala, la macroeconomía utiliza una serie de índices como:

Autores

La macroeconomía es una rama de la economía que llama la atención por su diversidad. De esta forma, son muchos los intelectuales que se han adentrado en este campo de estudio. A continuación citamos algunos autores:

John Maynard Keynes (1883-1946)

[ width=»1042″]Macroeconomía de Keynes John Maynard Keynes

El economista John Maynard Keynes es considerado el mayor teórico de la teoría macroeconómica del siglo XX. Su aporte radica en la creación de varios modelos para comprender aspectos macroeconómicos como el consumo, la inflación, el desempleo, etc.

En las décadas de 1930 y 1940, sus ideas iban a ser fundamentales para restaurar las economías después de la crisis de 1929 y la Segunda Guerra Mundial.

Olivier Blanchard (1948)

[ width=»1050″]Oliver Blanchard Olivier Blanchard

Uno de los libros más utilizados en las titulaciones brasileñas para explicar el tema es “Macroeconomía”, de Olivier Blanchard (1948).

El autor es un economista francés que fue profesor en la Universidad de Harvard y en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). Por ello, escribió textos que sirvieron de introducción a la Macroeconomía para sus discípulos que acabaron convirtiéndose en libros.

Trabajó en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y desarrolló con Nobuiro Kyiotaki, la teoría sobre la importancia de la competencia monopolística para la demanda agregada.

Paul Samuelson (1915-2009)

[ width=»1034″]Paul Samuelson Paul Samuelson

La obra de Paul Samuelson, «Economía», se sitúa al mismo nivel que las de Adam Smith o Stuart Mill. Estudió en la Universidad de Chicago y Havard y enseñó en el MIT. Conocido por ser un economista generalista, buscó explicar los fundamentos de la economía en sus escritos.

Defensor de las ideas de Keynes, su trabajo fue reconocido por numerosas instituciones, incluido el primer estadounidense en ganar un Premio Nobel en el campo de las Ciencias Económicas.

Greg Mankiw (1958)

[ width=»1039″]Macroeconómica Nicolás Greg Mankiw

Economista formado por el Instituto de Princeton, el MIT y la Universidad de Harvard, Greg Mankiw fue economista asesor durante la administración de George W. Bush (2001-2009), de 2003 a 2005.

En su trabajo busca actualizar las ideas macroeconómicas de Keynes proponiendo nuevos modelos para los conceptos postulados por este economista.

El nivel macroeconómico

A nivel macroeconómico, pensamos en cantidades globales, agregados.

Equilibrio Macroeconómico

Hay equilibrio cuando la oferta agregada (Y) es igual a la demanda agregada (D), es decir: Y = D. Desde la perspectiva de la producción, la demanda se descompone de manera simple en consumo (C) e inversión (I), tal que D = C + I. Desde la perspectiva del gasto, consideramos que el producto nacional es idéntico a la renta nacional (Y) y se descompone en consumo (C) y ahorro (S), tal que Y = C + S. La condición de equilibrio se escribe pues: Y = D, es decir, C + S = C + I, de donde S = I. Esta igualdad de ahorro e inversión es la condición de l equilibrio macroeconómico. Finalmente, si elegimos adoptar la perspectiva del ingreso, consideramos que el ingreso nacional se divide en salarios (W) y ganancias (P), de modo que Y = W + P. Esto sugiere que la condición de equilibrio no es independiente de la distribución del ingreso nacional. .

Instrumentos analíticos

La macroeconomía, que en ocasiones toma prestados sus instrumentos de la microeconomía, utiliza cuatro de ellos de manera específica.

La función de producción expresa la relación entre el valor del producto obtenido (Y) y el de los medios utilizados, generalmente reducidos a capital (K) y trabajo (N), es decir, Y = F (K, N). Inmediatamente podemos deducir ratios significativos: S/N, que mide la productividad laboral; Y/K, que mide la productividad del capital; K/Y, que es el “ratio de capital”.

La función de inversión I relaciona la cantidad de inversión con el ingreso nacional y la tasa de interés, es decir, I = I (Y, I). El análisis de la inversión lleva a destacar dos mecanismos fundamentales, el multiplicador de la inversión y el acelerador de la inversión, cuyo juego combinado explica las fluctuaciones de la actividad económica.

El multiplicador de inversión k mide el cambio en el ingreso nacional (ΔY) vinculado a un cambio en la inversión (ΔI), es decir, ΔY = kΔI. La variación ΔY será tanto más importante cuanto que los ingresos adicionales se destinen al consumo. Entonces el multiplicador k es la inversa de la propensión a ahorrar (s = S/C), es decir: k = 1/s. Obviamente, si el consumo se relaciona con productos importados, la multiplicación de los ingresos se hará fuera.

El acelerador de inversiones, por su parte, mide la variación de la inversión (ΔK = I) ligada a una variación ΔY de la renta nacional, es decir, I = ΔK = enΔY. Si los empresarios quieren mantener constante el coeficiente de capital, deberán adaptar el stock de capital a la variación de la demanda ligada a la variación de la renta nacional en la proporción en = K/Y.

La función de consumo expresa la relación entre el valor del consumo y el de la renta, es decir C = C (Y). Esta fórmula general se especifica de manera diferente según los autores, quienes vinculan el nivel actual de consumo, unos a la renta pasada, otros a la renta futura, al menos en parte.

La función de liquidez se relaciona con la demanda de dinero. Esto ha sido analizado desde Keynes como demanda de precaución y también de transacción (L1), y como demanda de especulación (L2). Entonces L1 está relacionado con el ingreso nacional, es decir: L1 = L1 (Y), y L2 está relacionado con la tasa de interés, es decir: L2 = L2 (I). En cuanto a la oferta monetaria (M), generalmente se considera como un dato exógeno, determinado por el sistema bancario. Obviamente, el equilibrio se alcanza cuando M = L1 + L2.

La determinación del equilibrio

Es concebida de manera diferente por los neoclásicos y los keynesianos. Los primeros demuestran que existe un equilibrio de pleno empleo, obtenido gracias a la flexibilidad del tipo de salario, que corresponde a un equilibrio en el mercado de productos, ajustando la inversión al ahorro gracias a variaciones en el tipo de interés. El nivel absoluto de precios está determinado por la oferta monetaria.

Los keynesianos, por el contrario, muestran que puede existir un equilibrio duradero de subempleo que corresponde a un equilibrio de producción, con ahorros que se elevan al nivel de inversión a través de variaciones en el ingreso nacional.

En la concepción keynesiana no se cuestiona la teoría cuantitativa del dinero, pero la inyección de dinero en la economía conduce a una reducción del desempleo.

El método macroeconómico

Para algunos economistas, no puede haber un “mecanismo de cantidades globales” independiente del comportamiento individual, y la macroeconomía es reducible a la microeconomía. Para los demás, es por el contrario autónomo.

El vínculo entre la macro y la microeconomía

Inicialmente, por lo tanto, intentamos agregar las magnitudes, las relaciones y las leyes microeconómicas, pero sin éxito. Tomemos el ejemplo de la función de producción. En microeconomía, esta función establece una relación entre la cantidad producida y la cantidad de factores de producción. Transpuesto a la macroeconomía, asume la agregación por precios. Sin embargo, el valor del producto obtenido es sensible a cambios en los precios relativos de los bienes tanto como a cambios en la estructura de producción, mientras que las cantidades de factores utilizados no varían. Así, o bien nos limitamos a razonar sobre un período breve, permaneciendo invariable la estructura de la demanda y la de la producción; o bien se supone que la producción se relaciona con un solo bien homogéneo, ¡lo cual parece extraño!

En segundo lugar, los economistas investigaron los fundamentos microeconómicos de la macroeconomía. Una “relectura” de Keynes está en el origen de la macroeconomía del desequilibrio, que aborda en el marco microeconómico del equilibrio general la cuestión de los desequilibrios tratada por Keynes. Esta relectura parte del cuestionamiento de la hipótesis microeconómica de la perfecta información de los agentes o, en otras palabras, de la flexibilidad de precios.

La autonomía de la macroeconomía

Otros economistas ven en la macroeconomía una disciplina autónoma que excluye cualquier enfoque en términos de equilibrio general y conduce, por el contrario, a análisis en términos de circuito. El circuito es un modo de descripción del funcionamiento de la economía frecuente en microeconomía y macroeconomía. Otra cosa es ver en ello un método de análisis.

Los precursores más famosos son el doctor Quesnay, líder de los fisiócratas, y Karl Marx. los Cuadro economico publicado por Quesnay en 1758 permite describir la circulación de un flujo monetario y su paso por varios polos (producción, ingreso, gasto) donde existen agentes que controlan los flujos.

K. Marx describe el circuito del capital mostrando cómo el capital comprometido en forma de dinero se transforma a través del proceso de producción en capital mercantil para volver después de la venta a la forma de dinero, incorporando una plusvalía.

Quesnay y Marx reconocieron inmediatamente la naturaleza monetaria de la economía, pero no supieron llevar el análisis a su conclusión: ¿cómo se crea el dinero? Hoy, la macroeconomía del circuito vive un renovado interés y destaca la creación de dinero.

Las empresas que deseen producir deben pagar salarios a su fuerza de trabajo. Para ello, solicitan crédito del sistema bancario, dependiendo de la tasa de interés. Este crédito está en el origen de una creación monetaria, soporte de la inversión. A través de su consumo, los hogares devuelven a las empresas el dinero que han recibido en forma de salarios, lo que permite la devolución del préstamo inicial. También pueden ahorrar para especular. Luego, las empresas deben capturar estos ahorros mediante la emisión de bonos y acciones, de lo contrario, ya no parecerían solventes a los ojos de los bancos.

Neoclásicos y Keynesianos

los neoclásico comparten la idea de que la crisis sólo puede presentarse fuera del sistema económico, donde no interviene ninguna ley técnico-económica, donde la evolución de las cantidades obedece a decisiones, precisamente en el sector monetario. Los neoclásicos son por tanto al mismo tiempo monetaristas. Para ellos, las variaciones en la oferta monetaria tienen una influencia predominante sobre las del ingreso nacional. Por tanto, un aumento del gasto público, cuando genera más dinero, acaba generando inflación. A largo plazo, no existe una relación entre el desempleo y la inflación, y la única buena política monetaria es la que hace que la moneda sea neutral.

los keynesianos quieren, por el contrario, manipular la moneda, en particular para estimular la demanda en una situación de subempleo, porque, para ellos, la crisis es posible. El sistema económico, en efecto, no está regulado por leyes sino por decisiones que pueden ser incompatibles, por ejemplo cuando la estructura de gasto (C/S) no se corresponde con la de producción (C/I). El gasto público permite entonces conducir al pleno empleo y, en el largo plazo, existe una relación entre el desempleo y la inflación.

Más recientemente, constatar en la crisis de los años 70 y 80 que el desempleo y la inflación coexistían a menudo, nos llevó a distinguir entre el desempleo keynesiano, debido a la insuficiencia de la demanda, y el desempleo clásico, debido a la rigidez de los precios.

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