Written by Caracterizado como el exceso de grasa corporal total en relación con el peso corporal, está estrechamente relacionado con factores genéticos y malos hábitos alimentarios en la familia. La mayoría de las veces, cuando el niño tiene sobrepeso desde una edad temprana, es muy probable que permanezca en este estado en su adolescencia y adultez.
El punto principal que se debe considerar es la etapa de sobrepeso u obesidad en la que se encuentra el niño, a partir de ese momento se debe buscar alcanzar y mantener el peso adecuado a su estatura. Al mismo tiempo, se debe mantener el crecimiento y el desarrollo normal.
La inactividad juega un papel fundamental en el desarrollo de la obesidad infantil, los niños que no hacen ejercicio ni hacen deporte y pasan gran parte de su tiempo frente a la televisión, los videojuegos o las computadoras tienen una gran probabilidad de desarrollar obesidad. En estos casos, cuando el niño come mientras practica estas actividades sedentarias (televisión, videojuego, computadora), no se da cuenta de la cantidad de comida que ya ha ingerido, comiendo compulsivamente.
Para que un niño crezca y se desarrolle en salud es fundamental tener una rutina activa, con mucho juego, bicicleta, patinaje, deportes, además de tener las comidas en los horarios y lugares adecuados.
Lo más importante es generar hábitos saludables que involucren a toda la familia, facilitando así la implicación del niño y animándolo a comer bien y hacer ejercicio.
Hay que tener en cuenta que los niños no deben ponerse a dieta, sino que el objetivo del niño con sobrepeso u obesidad debe ser mantener el peso, o incluso una ganancia progresiva que acompañe su crecimiento.
Incluso cuando el niño alcanza el peso adecuado, se debe mantener la rutina de actividades y cuidados con la alimentación, ya que estos hábitos saludables contribuirán a toda su vida.
Fuentes
DUARTE Varo, GUERRA Regina Helena Duarte. Nutrición y obesidad, ed. Artesanía, 1999.
