O pulmón negro, también llamado Neumoconiosis del carbón o neumoconiosis de los mineros del carbón, es una enfermedad pulmonar ocupacional causada por el depósito de polvo de carbón en los pulmones.
Esta enfermedad fue descrita por primera vez por Thompson, en el año 1836. A finales del siglo XX y principios del XXI, el número de casos de pulmón negro aumentó debido a la Segunda Guerra Mundial. Se ha convertido en un problema epidémico en Gales e Inglaterra, por lo que se ha creado una unidad de investigación para neumoconiosis, en el año 1945.
En Brasil, esta enfermedad está más presente en la región sur del país, ya que es donde se concentran los mayores campos carboníferos nacionales.
En el pulmón negro simple, el polvo de carbón se acumula alrededor de los bronquiolos pulmonares. Aunque este polvo es relativamente inerte y no causa muchas reacciones, se encuentra en todo el pulmón. Este polvo no causa obstrucción de las vías respiratorias.
Esta afección puede evolucionar a una afección más grave, conocida como fibrosis progresiva masiva, en la que se producen cicatrices en grandes áreas del pulmón. Esto, a su vez, empeora incluso si la persona ya no está expuesta al polvo de carbón. Los vasos sanguíneos y el tejido pulmonar pueden destruirse como resultado de las cicatrices.
El pulmón negro simple generalmente no causa síntomas. Sin embargo, la disnea y la tos aparecen con facilidad en varios de los individuos afectados de fibrosis masiva, ya que suelen presentar enfisema o bronquitis. En casos más avanzados, hay presencia de tos y, a menudo, disnea incapacitante.
A través de exámenes radiográficos de tórax, es posible observar la presencia de pequeñas manchas características de individuos que han sido sometidos a exposiciones prolongadas al polvo de carbón, generalmente personas que han trabajado en minas durante más de 10 años.
La prevención se logra mediante la abolición del polvo de carbón en el lugar de trabajo. Las personas que trabajan en las minas de carbón realizan exámenes radiográficos durante 4 a 5 años, de modo que la enfermedad se pueda detectar en una etapa temprana. Cuando esto se observa, el trabajador debe ser trasladado a otro lugar con concentraciones reducidas de polvo de carbón para que no progrese a una fibrosis progresiva masiva.
La prevención es de fundamental importancia, ya que no existe cura para la neumoconiosis en los mineros del carbón. Las personas que tienen dificultad para respirar pueden utilizar los tratamientos indicados para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Fuentes:
http://www.manualmerck.net/?id=64&cn=722
http://www.unifesp.br/dmorfo/histologia/ensino/pulmao/patológicas.htm
http://www.maxipas.com.br/principal/home/?sistema=conteudos%7Cconteudo&id_conteudo=3135
http://www.drashirleydecampos.com.br/noticias/928
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