Written by Completando la lista de grandes artistas del Renacimiento, junto con Miguel Ángel y Leonardo da Vinci, rafael sancio aparece como el pintor de las dulces Vírgenes.
El 6 de abril de 1483, en la ciudad de Urbino en Italia, nació Raffaello Santi, también conocido como Rafael Sanzio, o simplemente Raphael. Hijo de un artista poco conocido, Giovanni Santi, el pequeño Rafael desde pequeño ya daba indicios de que él también se convertiría en artista. Con 18 años, su nombre ya ganaba terreno entre los artistas de Urbino, ciudad que se había convertido en un importante centro cultural del país en ese momento, y sus obras ya eran demandadas.
Rafael fue discípulo de Perugino (1446 – 1523) y con él aprendió y perfeccionó la técnica de la pintura y el fresco, absorbiendo el estilo de su maestro. En 1504 se fue a vivir a la “Cuna del Renacimiento”, Florencia/Italia y cuando llegó allí estaba decidido a aprender a ponerse en pie de igualdad con Leonardo da Vinci y Miguel Ángel, cuyos nombres y talentos dominaban ese escenario. Permaneció en Florencia durante cuatro años, donde produjo numerosas Madonnas e innumerables otras obras sobre temas bíblicos. Sus Vírgenes se caracterizaron por la suavidad de sus facciones, como en “A Virgen da Rosa”.
Por invitación del Papa Julio II y con tan solo 26 años, Rafael se fue a vivir a Roma en 1508 para decorar las paredes de varias estancias del Vaticano. Durante este período, el artista experimentó el desafío de pintar en grandes espacios. Con estas obras, el artista tuvo la oportunidad de demostrar su dominio de la técnica del dibujo y el fresco. Con la muerte de Julio II, pronto fue nombrado arquitecto oficial del Vaticano por su sucesor papal León X y asumió la responsabilidad de la continuación de las obras de la Basílica de San Pedro.
Durante este período en el Vaticano, Rafael ejecutó la obra «Escuela de Atenas» donde retrató a Leonardo da Vinci y Miguel Ángel en el centro de la obra como los filósofos Platón y Aristóteles, respectivamente.
Escuela de Atenas (1511) – una de las principales obras de Rafael.
Aunque siempre muy ocupado con las numerosas obras al fresco, Rafael nunca dejó de lado la pintura. Entre sus obras más significativas se encuentran: Resurrección de Cristo; La Virgen con el Niño; Retrato de un hombre; La Coronación de la Virgen; la Sagrada Familia; La Anunciación; Adoración de los Magos; La Transfiguración; Retrato de Baltazar Castiglione; entre otros.
Murió prematuramente y en el apogeo de su carrera a la edad de 37 años en 1520 el mismo día en que nació. Según su testamento, fue enterrado en el Panteón de Roma.
Referencias:
Pinacoteca Caras. São Paulo: Editora Abril, 1998, nº 16.
GOMBRICH, EH La historia del arte. Río de Janeiro: LTC, 2013.
