Written by Rey es un jefe de estado que administra una organización política llamada monarquía.
A lo largo de la historia, el término Rey se usó para gobernantes de pequeños territorios que comandan a sus pueblos. El equivalente del término aparece en varios otros idiomas. Los sumerios usaron el término lugar, los semíticos usaron Sharrum, en latín era Rex, en griego Basileus, en sánscrito Raja y en aleman Kuningaz. Durante la Edad Media y la Edad Moderna, la imagen del Rey fue más allá de una representación puramente política, su poder se consideró divino, uniendo las dos esferas. De ahí los discursos sobre el derecho divino de los reyes. Con el advenimiento de la Edad Contemporánea, esta faceta de la monarquía comenzó a ser cuestionada y el Rey perdió su representación con un poder divino, pasando a representar solo un poder político. En Inglaterra se produjeron cambios administrativos, entre ellos, se inició una nueva forma de gobierno con la presencia del Rey. La monarquía parlamentaria mantuvo viva la figura del Rey, pero le retiró los poderes efectivos del Estado, que fueron transferidos al Parlamento y, en particular, el Primer Ministro. Hasta el día de hoy, algunos países del mundo utilizan este tipo de gobierno y la presencia del Rey o la Reina se ha convertido en un elemento simbólico cultural adorado por estas sociedades.
Inmediatamente después del título de Emperador, el título de nobleza más alto existente, viene el Rey, cuyo equivalente femenino es el título de Reina. Esta última puede realizar diversas funciones en un Estado, la Reina puede simplemente ser la esposa del Rey o ejercer poderes políticos de facto, que es lo que ocurre hoy en día en Dinamarca e Inglaterra, por ejemplo. En este caso, se llama Reina reinante. En el caso de un reino que está efectivamente gobernado por una reina y ella tiene un esposo, el hombre se llama Rey Consorte, aquel que ocupa un puesto de alta nobleza debido a su matrimonio con el gobernante, pero no es responsable de administrar el Estado. .
El mundo monárquico está lleno de simbología. Las prácticas son exageradas para marcar siempre los límites entre el gobernante y los sujetos. El uso del oro es especialmente notorio para caracterizar a la nobleza, aparece en los diversos objetos personales utilizados por los reyes y en la decoración de sus casas o palacios. Pero, sin duda, el objeto dorado de expresión más característico de la monarquía es la corona. Este es un adorno usado en la cabeza que representa poder y legitimidad. Todavía hay toda una mitología que sostiene que las coronas fueron dadas por ángeles a los hombres, lo que justificaría el uso de estos adornos solo por hombres nobles. Además de la riqueza del oro, las coronas que adornan las cabezas de reyes y reinas también son ricas en joyas muy valiosas.
