Written by Lleva el nombre de tortura La práctica intimidatoria que implica la coacción física o psíquica de uno o más individuos, con el fin de obtener información o esclarecimiento sobre un hecho determinado.
A lo largo de la historia tenemos varios episodios donde la tortura fue utilizada como una alternativa considerada natural por autoridades civiles y religiosas, quienes entendieron aplicar la forma más legítima de justicia.
Las sanciones implicaron métodos deliberadamente dolorosos, considerados incluso sádicos a los ojos del espectador moderno. El paulatino desarrollo del pensamiento humanista, que se apoderó de Europa a partir del siglo XVI, hará abolir los crueles castigos. Más tarde, las ideas de la Ilustración ayudaron a desarrollar en el mundo occidental la idea de los derechos humanos universales, que más tarde dio lugar a la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948. Como resultado, los estados miembros de la ONU reconocen, aunque formalmente, la prohibición de la tortura. .
Hoy, en todo el mundo, existe un entendimiento unánime de que la tortura es una práctica a erradicar y que, en cualquier forma, es inaceptable dentro de los valores que defiende la sociedad contemporánea. De hecho, prácticamente ninguna sociedad actual apoya oficialmente la tortura, pero sabemos que persiste de forma más o menos secreta, es decir, en las fuerzas policiales de varios países o incluso en medio de conflictos armados regionales.
Brasil aún necesita avances considerables en este sentido. Históricamente, las fuerzas militares y policiales han estado vinculadas a episodios de tortura durante muchas décadas. Los peores casos se dieron, como era de esperar, en los dos períodos dictatoriales vividos por el país en el siglo XX: el Estado Novo (1937-1945) y la serie de gobiernos militares entre 1964 y 1985. En ambos casos, la tortura fue un instrumento que Permitió obtener información sobre los distintos grupos cuyo objetivo era desestabilizar el régimen impuesto. En el ordenamiento jurídico nacional, la tortura está tipificada como delito, siendo regulada por una ley especial, 9455, del 7 de abril de 1997.
Además de la pena de tortura, tuvimos otro hecho relevante, la creación de la Comisión Nacional de la Verdad, oficialmente instalada el 16 de mayo de 2012, que tiene como objetivo investigar las violaciones de derechos humanos ocurridas entre 1946 y 1988 en Brasil por parte de agentes estatales. La comisión está formada por siete miembros designados por la presidenta Dilma Rousseff y catorce asistentes, que trabajarán durante dos años, y al final publicarán un informe de resultados, que podrá ser público o incluso remitirse únicamente al presidente de la república o el ministro de defensa.
Bibliografía:
Ley 9455 de 7 de abril de 1997. Disponible en:
MAIA, Luciano Mariz. Tortura en Brasil: la banalidad del mal. Disponible en:
