Tumor de hiperparatiroidismo marrón – Enfermedades

O tumor de hiperparatiroidismo marrón es un trastorno óseo metabólico que puede afectar a todo el esqueleto.

Este trastorno recibe su nombre por el aspecto macroscópico que presentan las lesiones intraóseas, de color rojo oscuro a parduzco, debido a la intensa hemorragia que se produce en estas lesiones y al depósito de hemosiderina.

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Este trastorno suele ser el resultado de una afección de hiperparatiroidismo primario y, en raras ocasiones, secundario y terciario.

El tumor marrón aparece solo en casos crónicos de hiperparatiroidismo no tratado. Las lesiones son causadas por una mayor producción y liberación de hormona paratiroidea (PTH), lo que lleva a una mayor reabsorción de calcio de los huesos. Con el secuestro constante de calcio, se produce la formación de un tejido de reparación, que aumenta gradualmente de tamaño.

Este tipo de trastorno suele presentarse en individuos que se encuentran en la tercera, cuarta y sexta décadas de la vida, especialmente en mujeres. La zona más afectada de la cabeza y el cuello es la mandíbula. Además, otros huesos que se ven afectados con frecuencia son: clavícula, costillas y pelvis.

Las manifestaciones clínicas varían según la ubicación y extensión del tumor. En la mandíbula, puede haber dolor e hinchazón de consistencia dura. Cuando es extenso, puede provocar la deformación de la región, así como afectar la función del hueso en cuestión. Además, se observan síntomas de hiperparatiroidismo, que incluyen: fatiga, debilidad, náuseas, anorexia, sed excesiva, poliuria, estreñimiento y depresión.

El diagnóstico se realiza mediante exámenes radiológicos, que revelan una lesión radiotransparente bien delimitada, junto con un examen histopatológico del tumor, que apunta a la presencia de tejido conjuntivo denso altamente vascularizado, células fusiformes en cantidades variables, células gigantes multinucleares difusas, áreas de hemorragia difusa y hemosiderina. Además, se pueden observar trabéculas óseas neoformadas con osteoblastos inflamados en su periferia. Los análisis de sangre que indican un aumento de los niveles de calcio y fosfatasa alcalina, así como una reducción del nivel de fósforo, son útiles para cerrar el diagnóstico.

Primero, el tratamiento debe tener como objetivo resolver el hiperparatiroidismo. En el caso de hiperparatiroidismo primario, el tratamiento quirúrgico debe ser el de elección. Cuando se extrae la lesión de la paratiroides, el tumor marrón comienza a retroceder. En el caso del hiperparatiroidismo secundario, se debe realizar el tratamiento del trastorno de base que está afectando el funcionamiento normal de las glándulas paratiroides y la suplementación con vitamina D, con probabilidad probable de recuperación de la masa ósea en la zona afectada.

Fuentes:
http://www.unifesp.br/dorto-onco/livro/tumo10p8.htm
http://www.unip.br/comunicacao/publicacoes/ics/edicoes/2005/03_jul_set/V23_N3_2005_p_227-230.pdf

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