Written by La vegetación está determinada en gran medida por el clima. Centroamérica es un continente dividido en dos partes, la insular y la continental, y la mayor parte de su territorio tiene climas tropicales, debido a su ubicación cercana al ecuador. La excepción es la cordillera que corta su continente de sur a norte, que tiene climas fríos debido a su altitud.
Los climas tropicales se encuentran en la parte insular y en las costas este y oeste de la parte continental. La sabana tropical se encuentra en la parte occidental de las islas grandes: Cuba, Jamaica, así como República Dominicana y Haití, que dividen la isla Hispaniola. Esta vegetación se caracteriza por extensos campos con presencia de algunos arbustos y árboles de copa plana. El clima de sabana tropical tiene un régimen de dos estaciones, una seca y otra húmeda, lo que obliga a la vegetación a adaptarse al régimen seco. Estas adaptaciones incluyen hojas pequeñas y gruesas y corteza rugosa, u hojas cubiertas con cera o pelo, lo que disminuye la transpiración de la planta y mantiene la humedad acumulada durante la temporada de lluvias. Las islas pequeñas, al oeste de las islas grandes y el continente, están dominadas por bosques tropicales y ecuatoriales. El clima de la selva es extremadamente húmedo y caluroso durante todo el año, lo que terminó provocando una gran diferenciación de especies en los bosques tropicales, que tienen la mayor biodiversidad del mundo. Esta diversidad se presenta en un dosel dividido en tres nichos: el superior, entre 50 y 60 metros, medio (el más denso), entre 20 y 40 metros, y el inferior, entre 5 y 15 metros. Hay poca o ninguna cobertura vegetal por debajo de los cinco metros, ya que el dosel es tan denso que solo el 1% de la luz solar puede llegar al suelo. En la costa oeste del continente, tenemos la selva tropical estacional, con dosel discontinuo y árboles de tamaño mediano, hasta 20 metros, y caducifolios, que pierden sus hojas en la época seca. El dosel discontinuo y la pérdida de hojas en la época seca permiten la insolación del suelo y, por tanto, la aparición de sotobosque.
La vegetación no tropical domina las partes más altas de la cordillera en el centro de la porción continental y en el noroeste de la misma. En las partes más altas encontramos el bosque de altura. A diferencia del bosque de coníferas del norte, el bosque centroamericano tiene especies más variadas, con un dosel discontinuo y bien estratificado, no mayor a 30 metros de altura. La altura y densidad del dosel varía según la elevación a la que se ubica el bosque, pasando de un bosque denso a una formación de pastizales de gran altitud, con una formación de pastos y arbustos bajos. La vegetación desértica se encuentra en el noroeste de la parte continental, caracterizada por cactus y arbustos xerófitos, adaptados al clima seco. Las adaptaciones incluyen una raíz principal capilar larga para una mejor absorción de la humedad del suelo, tallo suculento para retener el líquido, recubrimiento de cera y cabello para evitar la pérdida de agua.
Fuentes:
CHRISTOPHERSON, Robert W. Geosystems: Introducción a. 7. ed. Porto Alegre: Bookman, 2012. Francisco Mendonça.
http://prof.icb.ufmg.br/treeatlan/Downloads/Aula04.pdf
