Estas células del sistema inmunológico constituyen aproximadamente el 10% de los linfocitos que circulan en la sangre y se desarrollan en la médula ósea. médula ósea, de ahí su nombre). Los linfocitos B son los responsables de la respuesta inmunitaria humoral: están especializados en la producción de anticuerpos, que segregan tras ser transformados en células plasmáticas y que se difunden en los “humores” (líquidos) del organismo.
AnticuerpoSu activación tiene lugar en varias etapas: los linfocitos B transportan inmunoglobulinas, o receptores de antígenos, en su membrana citoplasmática, y cada linfocito tiene su propio tipo de inmunoglobulina. Cuando uno de ellos encuentra un antígeno circulante, complementario a su inmunoglobulina, es para él la señal de que debe producir anticuerpos (inmunoglobulinas idénticas a las de su membrana pero en forma soluble) para luchar contra este antígeno extraño. Todos los linfocitos resultantes de divisiones de dicho linfocito B forman un grupo llamado clon y están dotados de la misma especificidad y la misma misión que la célula madre.
2. LINFOCITOS
Linfocitos
Se trata de células del sistema inmunológico cuya maduración tiene lugar en la médula ósea y luego en el timo – de ahí su nombre -, una glándula ubicada en la parte superior del pecho, detrás del esternón. Los linfocitos T se diferencian en dos poblaciones responsables de la respuesta inmunitaria de tipo celular.
• Linfocitos T cd4 auxiliares, o T «ayudante», o T4, están especializados en la secreción de citocinas (incluidas las interleucinas), moléculas que les permiten cooperar con otras células, que son responsables de la eliminación de antígenos.
• Linfocitos T cd8, o T8, incluyen dos tipos de células: linfocitos citotóxicos, capaces de matar células cancerosas extrañas o infectadas con un virus (→ citotoxicidad), y linfocitos T supresores, cuya función es controlar las respuestas inmunitarias.
Al igual que los linfocitos B, los linfocitos T tienen moléculas de membrana (receptores de antígenos) adaptadas para reconocer el antígeno contra el que deben luchar. Pero esto se lo debe presentar una célula especializada como un macrófago, que degrada el antígeno y prepara los restos asociándolos con las llamadas moléculas de presentación, las moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC). Estos últimos, que varían de un individuo a otro, también determinan las posibilidades de injerto entre dos sujetos (→ histocompatibilidad).
• Células NK (De inglés asesino natural, asesino natural) son células relacionadas con los linfocitos T, con los que comparten ciertos marcadores de membrana. Estas células están dotadas de una actividad citotóxica natural, que ejercen espontáneamente para destruir las células infectadas con virus o células cancerosas. Sus propiedades pueden mejorarse mediante las interleucinas secretadas por los linfocitos T; luego hablamos de células LAK (asesino activado por linfocinas, asesino activado por linfocinas). Todavía se está probando el uso de estas células en el tratamiento de ciertos cánceres.
3. PRUEBAS DE LINFOCITOS
Los linfocitos se exploran cuantitativamente mediante el hemograma completo; el estudio de su distribución entre diferentes tipos se basa en la expresión de moléculas de diferenciación de membrana, demostrada por técnicas ahora muy sofisticadas (inmunofenotipificación). También existen métodos de exploración más funcionales, lo que permite, en particular, estudiar la capacidad de los linfocitos para responder a las señales de activación.
4. PATOLOGÍAS RELACIONADAS CON LINFOCITOS
LeucemiaLos linfocitos pueden proliferar (leucemia), disminuir en número o presentar anomalías funcionales (inmunodeficiencia congénita o adquirida, como SIDA → inmunodeficiencia). También existen muchas enfermedades vinculadas a diversas disfunciones de los linfocitos, como enfermedades autoinmunes (esclerosis múltiple, diabetes insulinodependiente, lupus eritematoso sistémico, etc.) o alérgicas (asma, fiebre del heno).