Diabetes es una enfermedad crónica cuya principal característica es la deficiencia relacionada con la producción o acción de la insulina producida por el páncreas.
Esta deficiencia provoca un desequilibrio en el metabolismo del diabético, principalmente en relación a la glucosa (azúcares), grasas y proteínas presentes en el torrente sanguíneo. Los síntomas son agudos y sin un diagnóstico y tratamiento adecuados, las complicaciones pueden ser graves y crónicas.
Existen los siguientes tipos de diabetes: diabetes tipo I, diabetes tipo II y diabetes gestacional.
Diabetes tipo I – También conocida como diabetes juvenil, o Mellitus, ocurre cuando el páncreas se encoge o deja de producir insulina. Ocurre en personas jóvenes, generalmente menores de 35 años, e incluso puede afectar a niños. Los diabéticos tipo I son insulinodependientes, es decir, dependen de la aplicación de insulina que ya no producen, generalmente a través de una o más inyecciones de insulina al día. El tratamiento consiste, por tanto, en la sustitución de la insulina, una dieta, suprimiendo los dulces de la dieta y evitando los alimentos grasos, mediante el seguimiento médico y el control de la glucemia.
Diabetes tipo II – se conoce como diabetes del adulto, ya que se presenta en personas mayores de 40 años. Su principal característica es la resistencia de las células a la acción de la insulina. La diabetes tipo II no hace que una persona dependa de la insulina y, por lo general, se presenta en personas con sobrepeso. El tratamiento indicado en este caso es la dieta, aboliendo los dulces y evitando los alimentos grasos, y el uso de medicamentos orales, que ayudan a controlar la glucosa en sangre.
Diabetes gestacional – solo ocurre durante el embarazo, y después de que nace el bebé, la enfermedad desaparece. Tiene las mismas características que la diabetes tipo II. El tratamiento consiste en una dieta y, eventualmente, pueden ser necesarias inyecciones de insulina.
Los síntomas son los mismos para todos los tipos de diabetes. Son ellos:
- Micción frecuente, incluso por la noche.
- sed excesiva
- hambre exagerada
- Cansancio, fatiga y mareos
- Presencia de glucosa en orina.
- Pérdida de peso inexplicable
- Retraso para curar heridas y hematomas.
- Cambios en la visión, visión borrosa.
- Frecuencia de infecciones más alta de lo normal
Hay muchas complicaciones de salud en los diabéticos, como problemas renales y visuales, causados por el exceso de azúcar en la sangre.
La diabetes es una enfermedad que no tiene cura, sin embargo, en los últimos años la calidad de vida de los diabéticos ha aumentado mucho.
Actualmente, se está investigando sobre los trasplantes de islotes pancreáticos. Esta es una esperanza de cura para la diabetes.