Apología de Sócrates – Filosofía

«Apología de Sócrates”Es una obra literaria escrita por el filósofo Platón (424/423 aC – 348/347 aC) en la que el autor expresa su versión de la defensa realizada por otro filósofo, Sócrates, en su propio juicio, donde se le acusa de corromper la juventud y de no aceptar a los dioses que son reconocidos por el estado, introduciendo nuevos cultos.

La Apología (o Defensa) de Sócrates de Platón es uno de los primeros relatos de la defensa de Sócrates en medio del famoso juicio que resultó en su muerte por ingestión de cicuta, un poderoso veneno. Varias otras “Disculpas” serían elaboradas en los años siguientes, destacando la de Jenofonte.

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La primera cuestión evidente en la obra es si las palabras que Platón «pone» en boca de Sócrates son las mismas que las pronunciadas realmente ante la Corte de Atenas o si reflejan realmente el pensamiento de Platón sobre las injusticias sufridas por Sócrates.

En opinión de Platón, Sócrates había sido víctima del poder del discurso político, que actuaba contra el razonamiento filosófico. Platón creía en la superioridad de la filosofía sobre la política, que debería orientar el rumbo de esta última.

A pesar de la imposibilidad de comprobar la fidelidad del texto en relación con la defensa de Sócrates en los tribunales, es evidente la conformidad del autor con los argumentos expresados ​​en las palabras del filósofo que le sirvió de mentor.

La obra se estructura en forma de diálogo, comenzando por la acusación de Meleto, acompañado de Ânito y Lícon. Meletus es el único en la obra que habla durante la defensa de Sócrates, contradiciendo la naturaleza de la acusación hecha al filósofo, afirmando en un momento que predicó el ateísmo, y en otro, que creía en semidioses. A lo largo de la obra, Sócrates se centra lógicamente en un argumento contra sus oponentes, que a veces se vuelve personal. El filósofo responde a sus oponentes con la refutación, tratando de invalidar las tesis contrarias a las suyas. Todavía retrocederá en el tiempo para reforzar su argumento de defensa en un intento de desinflar la acusación.

La tesis que defiende el filósofo, en respuesta a las acusaciones, es que no hizo más que filosofar. Su teoría era que no había nadie que pudiera afirmar que sus enseñanzas le dañaban. Sus argumentos, llenos de ironía, hicieron sonrojar a los acusadores, quienes por la fuerza de los argumentos se quedaron sin palabras para proceder con la acusación. Por tanto, la contraargumentación, es decir, las razones contrarias a la tesis defendida, ciertamente no prevalecería en un juicio justo.

La conclusión del filósofo fue que no había cometido ningún delito a diferencia de los jueces que apoyaron la acción de sentenciar a Sócrates a la pena de muerte.

Sócrates, sin embargo, permanece fiel a sus convicciones y se niega a renunciar a lo que enseñó. Admite que es mejor morir y estar libre de fatiga. Su vida estuvo guiada por una ética post mortem, es decir, la creencia de que una conducta virtuosa y verdadera durante su existencia le otorgaría la paz y la credibilidad moral necesarias para ser acogido por los dioses.

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