Causas de la Revolución Francesa – Historia

Para entender el hecho histórico conocido como Revolución Francesa, hay que tener en cuenta la situación geopolítica y social de este reino en los años anteriores a 1789. él mismo en su defensa de la doctrina absolutista y los privilegios aristocráticos. A finales del siglo XVIII, la élite del reino tenía aproximadamente 500.000 personas, divididas entre el primer estado – formado por los clérigos – y el segundo estado – formado por los nobles. Ninguno pagó impuestos ni realizó el servicio militar; en el caso del primer estado, existía incluso el derecho a ser juzgados en sus propios tribunales. Todos vivían principalmente a expensas de la explotación del 98% restante de la población, que los mantenía pagando los impuestos remanentes del feudalismo.

Sin embargo, este grupo -denominado en su totalidad el tercer estado- no fue homogéneo. Estaba compuesto tanto por las diversas capas de la burguesía como por los campesinos más miserables, que constituían el grueso de la población; en la época del reinado de Luis XVI, dedicaban no menos del 80% de sus ingresos al pago de impuestos. A pesar de esto, los gastos del gobierno francés no pudieron cubrirse cargando solo al tercer estado, especialmente después de la costosa participación en la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Esto se debió a las restricciones al crecimiento industrial que se encuentran en Francia; a diferencia de su contraparte inglesa, el reino francés aún se enfrentaba a las viejas restricciones mercantilistas que impedían el crecimiento de su comercio interno. Además, la fastuosa vida cotidiana de la corte de Versalles, especialmente la de la reina María Antonieta de Austria, no parecía colaborar en el esfuerzo por llegar a fin de mes.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

Luego, en un contexto de hambruna generalizada luego de una serie de fracasos en la agricultura, habría varios intentos de impulsar propuestas de reformas tributarias, que incluían la recaudación de impuestos a la nobleza como medio para solventar el creciente déficit. Sin embargo, la gran presión de este grupo, temeroso de una posible pérdida de privilegios, hizo que todas estas propuestas terminaran vetadas por el rey. Sin embargo, con el tiempo, Luis XVI se vería obligado por circunstancias críticas a convocar, por primera vez en casi doscientos años, el órgano consultivo denominado Estados Generales. En él, cada uno de los tres estados tuvo un voto sobre el tema debatido; sin embargo, como el clero y la nobleza siempre votaron, terminaron imponiendo sus intereses contra el tercer estado, que siempre fue derrotado. En junio de 1789, sin embargo, este último se vio reforzado por las revueltas populares en París y pidió que el voto fuera contado por cada diputado individual. Ante la negativa de los demás estamentos y del rey, los diputados del tercer estado se retiraron de la reunión y fueron a reunirse en una sala separada, proclamándose en adelante como Asamblea Nacional Constituyente. El mes siguiente se produciría la caída de la antigua fortaleza de la Bastilla, en un evento considerado como la zona cero de la Revolución Francesa.

Lea también:

Bibliografía:

LIMA, Lizanias de Souza; PETER, Antonio. “De la Revolución de las Luces a la Revolución Francesa”. En: Historia de la civilización occidental. São Paulo: FTD, 2005. págs. 251-256.

SERIACOPI, Gislane Campos Azevedo; SERIACOPI, Reinaldo. «La Revolución Francesa». En: Historia: volumen único. São Paulo: Attica, 2005. págs. 252-257.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *