Written by O condiloma anal es una verruga, resultado de una infección por el virus del papiloma humano, que causa una enfermedad conocida como VPH.
El contagio del VPH se produce a través del acto sexual, incluido el sexo oral, ya que las mucosas son muy susceptibles a la contaminación. Esta condición afecta tanto a hombres como a mujeres.
Clínicamente, el VPH se caracteriza por la aparición de verrugas en el ano, generalmente de consistencia suave y húmeda, con un color que varía del rosa al rojo. Sin embargo, estas lesiones no siempre aparecen.
Las manifestaciones clínicas suelen aparecer entre 1 y 6 meses después de la infección, y en mujeres embarazadas, portadoras de VIH y pacientes inmunodeprimidos por cualquier motivo, el desarrollo de este trastorno es mucho más rápido. También hay un cuadro subclínico, en el que es posible identificar la infección solo mediante la aplicación de reactivos, como el ácido acético. Además, existe una forma latente de la enfermedad, en la que no existen lesiones clínicamente identificables o subclínicas, solo se identifica su ADN mediante exámenes moleculares de tejidos infectados. No se sabe, hasta el momento, cuánto tiempo puede permanecer el virus en estado de latencia entre la contaminación y el desarrollo de las lesiones.
Los condilomas anales predominan en pacientes que mantuvieron el coito anal receptivo. En el ano, cuando no se tratan, estos condilomas pueden convertirse en una neoplasia. Se estima que aproximadamente el 40% de las mujeres sexualmente activas están infectadas con el VPH. Sin embargo, esto no significa que todo el mundo vaya a desarrollar cáncer. Si el tratamiento se establece a tiempo, solo un pequeño grupo corre el riesgo de que este trastorno progrese a malignidad.
El diagnóstico suele ser clínico y puede confirmarse mediante biopsia, aunque rara vez es necesaria. Sin embargo, el diagnóstico definitivo solo se realiza mediante la detección del ADN del VPH, mediante pruebas de hibridación molecular.
El tratamiento consiste en extirpar los condilomas. Sin embargo, no hay evidencia de que esto prevenga el desarrollo de cáncer. Los tratamientos disponibles incluyen: crioterapia, electrocoagulación, podofilina, ácido tricloroacético y escisión quirúrgica. Los factores que pueden influir en la elección del tratamiento incluyen el tamaño, el número y la ubicación de las lesiones, así como los costos y la preferencia del paciente.
Usar condones es la mejor manera de prevenir la infección por VPH. Además, la vacuna ya está disponible, utilizada tanto en el tratamiento como en la prevención del VPH.
Fuentes:
http://www.tuasaude.com/
http://rogerioparra.site.med.
http://www.drmc.com.br/
