Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural

Castillo de Chambord
Castillo de Chambord

Convención adoptada por la Unesco en 1972.

Partiendo del principio de que determinados bienes culturales o naturales únicos constituyen un «patrimonio mundial», cuya protección y conservación son responsabilidad de toda la comunidad internacional, la Conferencia General de la Unesco adoptó el 16 de noviembre de 1972 la «Convención para la Protección de el Patrimonio Mundial Cultural y Natural ”frente a la amenaza de degradación a la que están expuestos estos bienes.

La Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural es un texto legal por el cual los Estados se comprometen a proteger en su territorio monumentos y sitios reconocidos como de tal valor que su salvaguarda concierne a la humanidad en su conjunto. Estos mismos Estados también están obligados a respetar el patrimonio de valor universal ubicado en el territorio de otros Estados y a cooperar, mediante el pago de una contribución financiera, en la salvaguardia de este patrimonio en los países que no cuenten con los medios para asegurar eso.

El número de Estados Partes en la Convención del Patrimonio Mundial ha crecido de manera constante a lo largo de las décadas (llegando a 185 países en 2008).

Aparición del concepto de «patrimonio de la humanidad»

En 1959, la decisión de construir la gran presa de Asuán, en Egipto, amenaza con hacer desaparecer bajo el agua los monumentos de Nubia, donde se encuentran en particular los templos egipcios de Abu-Simbel. La comunidad internacional se conmueve y se da cuenta, sin duda por primera vez con tanta agudeza, de la pérdida irreparable que esto representaría no solo para Egipto y el Sudán, sino para toda la humanidad. Todos también comprenden que el rescate de estos monumentos requiere recursos considerables que no están al alcance de los únicos países interesados. La idea de un patrimonio común – y su corolario, la responsabilidad común de su salvaguardia – tomó forma. A petición de los gobiernos de Egipto y Sudán, la Unesco está lanzando una campaña internacional de salvaguardia. Luego, los templos son cortados, trasladados y reensamblados en una zona libre de riesgos, durante una operación de rescate que cuesta 80 millones de dólares, la mitad de los cuales provienen de donaciones de alrededor de cincuenta países. Esta campaña revela la convicción de quehay un patrimonio que excede, por su valor universal, los principios de la propiedad nacional.

Al mismo tiempo, se escucharon cada vez más voces a favor de la defensa demedio ambiente y la protección de los espacios naturales. El movimiento ecologista, cuya importancia ha crecido de manera constante desde entonces, ha fomentado la conciencia de la absoluta necesidad de respetar las riquezas de la naturaleza, que son inseparables tanto de la historia de la humanidad como de su futuro.

La «Lista del Patrimonio Mundial»

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