La presencia de sangre en la orina, hematuria, es un hecho frecuente en la rutina diaria de los laboratorios clínicos, y siempre un signo de patología. dismorfismo de eritrocitos consiste en una alteración morfológica de los hematíes presentes en la orina, que permite valorar el origen de la hematuria. El examen lo ordena el médico cuando el paciente refiere oscurecimiento de la orina y, en algunos casos, dolor y / o ardor al orinar, entre otros síntomas. El análisis lo realiza el sedimento urinario (cuerpo inferior formado después de la centrifugación de la orina).
Para realizar la prueba, el paciente debe recolectar la primera orina por la mañana y luego de un intervalo de más de 4 horas sin orinar. Es necesario desinfectar las manos y los genitales antes de la recolección y el frasco de recolección debe estar esterilizado y adquirido en el laboratorio o en farmacias. Se recoge el chorro medio de orina, es decir, se desecha el chorro inicial. Para que el resultado de la investigación sea confiable, se deben tomar todas las precauciones con respecto a la recolección, además, el paciente no puede estar usando ningún medicamento. Las mujeres deben evitar la recolección durante su período menstrual.
Los glóbulos rojos que se encuentran en la investigación del dismorfismo de eritrocitos pueden ser del tipo acantocito, eritrocitos con picos desproporcionados y heterogéneos, o codocitos, también llamados células diana, que tienen un centro más coloreado que el entorno. La presencia de estas células es una indicación de hematuria glomerular, es decir, daño a la membrana del glomérulo, la unidad de filtrado de los riñones. De lo contrario, la hematuria no es glomerular y, por lo tanto, proviene de otras regiones del tracto urinario.
La hematuria glomerular puede estar relacionada principalmente con cánceres en diferentes partes del tracto urinario (riñones, vejiga, uréter, uretra, próstata), infecciones del tracto urinario, pielonefritis (infección renal), traumatismo del tracto urinario, prostatitis (inflamación de la próstata), cistitis. , urolitiasis (pérdida del tracto urinario), hipertrofia prostática (pérdida de la próstata), anomalías renales por causas diabéticas, hipertensivas e inmunológicas, y actividad física intensa. En general, la hematuria glomerular solo se considera cuando más del 80% de los glóbulos rojos en la orina son dismóficos (acantocitos o codocitos), un número que puede variar de un médico a otro.
El diagnóstico de hematuria de origen glomerular, así como el tratamiento de la patología, debe ser realizado por un nefrólogo. En los casos de origen no glomerular, el tratamiento varía según la ubicación del sangrado, el uso de medicamentos, e incluso puede ser necesaria algún tipo de cirugía.
Referencias
http://www.scielo.br/pdf/jbpml/v41n2/a05v41n2.pdf
https://www.saudedireta.com.br/docsupload/1308518369Urologia_cap4.pdf
http://www.aa.med.br/biblioteca-conteudo.php?id=422
http://www.sbu-sp.org.br/site/index.php/hematuria.74.html