o el Atrabilario enamorado
Comedia en 5 actos y en verso de Molière (1666).
Alceste es un hombre que tiene poco afecto por sus semejantes (misántropo significa en griego: al que no le gustan los hombres) y odia especialmente la hipocresía. Conversando con él, su amigo Philinte elogia la prudencia y la necesidad de la mentira en la sociedad. Alceste lo desafía y pone en práctica su gusto por la sinceridad diciéndole a un autor, Oronte, que vino a hacerle escuchar su soneto que «francamente, está (este texto) para poner en el gabinete» (que, en su momento, , significa mantenerlo en su oficina, no publicitarlo). Le dice a Oronte que prefiera una vieja canción popular, La canción del rey Enrique.
Pero su intransigencia entra en conflicto con las exigencias de su pasión. Mientras varias mujeres –la mojigata Arsinoé, la conciliadora Eliante– se interesan por él, él alimenta un amor exclusivo por Célimène. Pero ésta es una coqueta, una joven ansiosa de complacer, que adora las maldades de la conversación social y se emborracha con el perverso juego de los marquesitos de su séquito. Alceste quiere pedirle matrimonio pero él no obtiene respuesta, atrapado en su torbellino de relaciones superficiales.
Arsinoé viene precisamente a advertirle que Célimène no es una mujer virtuosa como ella y que tiene pruebas de sus mentiras. No quiere oír nada y continúa con sus declaraciones de amor a Célimène. En el último acto, sin embargo, la realidad del comportamiento de la joven finalmente aparece en Alceste, gracias a cartas privadas leídas en público: escribió cosas crueles sobre aquellos a quienes trataba como amigos, e incluso sobre Alceste (» Para el hombre de las cintas verdes me entretiene a veces con su brusquedad y brusca tristeza; pero hay cien veces que lo encuentro el mas desgraciado del mundo «).
El séquito de la joven la abandona, ¡excepto Alceste que se ofrece a retirarse con él a un desierto! Célimène prefiere evitar tal matrimonio y se va. Alceste intenta atraer a Arsinoe, que ya no quiere la «chatarra de señora»y Eliante, que ya se ha prometido a Philinte.
Abandonado a su soledad, Alceste se dijo a sí mismo: «Traicionado por todos lados, abrumado por la injusticia, estoy a punto de salir de un abismo donde triunfan los vicios». / Y busca en la tierra un lugar remoto / Donde para ser hombre de honor se tenga libertad. «.
el misántropodonde sin duda Molière expresó más su dolor íntimo, es la pieza de su repertorio que hace que el cuadro de comedia se destaque más. La sátira de la mundanalidad ocupa un segundo lugar, detrás de una exposición del sufrimiento producido por la dificultad de amar y ser amado. ¿Es Molière Alceste, este amante despreciado, despreciado? Podemos pensar que sí. Es también y sobre todo en el otro aspecto del personaje, un ser constantemente herido y presa de un sentimiento de soledad en un mundo superficial.