Tabla de contenidos
Término utilizado por los historiadores para designar la reconquista de España por parte de cristianos a musulmanes durante la Edad Media.
1. Las etapas de la Reconquista
En el umbral de viiimi En el siglo XX, la invasión musulmana cubrió toda la península ibérica, a excepción de los valles pirenaicos que albergan pequeños principados cristianos.
1.1. Los inicios de la reconquista (ixmi–Xmi siglos)
No demos importancia a la lucha de Covadonga, en 718, que la legendaria historia transformó en el punto de partida de la Reconquista. Por otro lado, hay que recordar la tertulia que tiene lugar en los valles cantábricos en beneficio del Reino de Asturias: ya se han lanzado incursiones en las mesetas de León y Burgos. Al mismo tiempo, la intervención de Carlomagno conduce a la recuperación de Cataluña de los musulmanes.
Menos de un siglo después, Alfonso el Grande (866-910), rey de Asturias, aprovechó las divisiones del Emirato de Córdoba para retomar la marcha hacia adelante. Pero ya están apareciendo divisiones: Castilla, en torno a Burgos, se separa de Asturias, mientras que, más al este, se afirma el reino de Navarra.
Al final del Xmi siglo, la expansión cristiana está bloqueada por los éxitos de Abd al-Rahman III y al-Mansour. Finaliza la primera fase de la Reconquista.
1.2. Unidad y fragmentación de partidos (ximi siglo)
En la primera mitad del ximi En el siglo XX, el Califato de Córdoba (el emirato ha sido erigido en un califato totalmente independiente de Bagdad) desaparece, dando paso a la multitud de reinos musulmanes de las taifas, que, a menudo en disputa, dispersan sus fuerzas; los de Toledo y Badajoz resisten tanto contra la cristiandad como contra el reino de Sevilla.
Los cristianos del Norte aprovechan esta situación, intervienen en las querellas de los jefes musulmanes (con el ejemplo del Cid Campeador, verdadero amo del reino musulmán de Valencia), y sobre todo ensanchan la reconquista. La idea de la unión de los cristianos españoles contra los «moros» avanza e inspira tentativas hegemónicas como la del rey Sancho de Navarra a principios de la ximi siglo, o el de Alfonso VI de Castilla, que se autoproclamó «imperator» de toda España, a finales del ximi siglo
Pero, de hecho, la obra de reconquista no se ajusta bien a estas voluntades de hegemonía; en su realidad cotidiana, es el resultado de la mano de obra local. Mientras los catalanes llegaban a las desembocaduras del Ebro, Castilla tenía el protagonismo principal: en 1085, la toma de Toledo, la antigua capital visigoda, tuvo un fuerte impacto. Tanto es así que los almorávides, que venían del norte de África, galvanizaron a la España musulmana y bloquearon el avance castellano.
1.3. La separación definitiva de la presencia musulmana (xiimi–xiiimi siglos)
Aragón, estado pirenaico resultante del desmembramiento del reino de Sancho de Navarra, toma la iniciativa en xiimi Siglo: toma de Zaragoza en 1118, frontera trasladada al curso del Ebro. La reconquista vuelve a marcar el tiempo en el último tercio del xiimi siglo con la llegada de los almohades de Marruecos que fortalece a los musulmanes.
Las rivalidades de los reinos cristianos se acentúan y Portugal se separa de Castilla; Finalmente, Aragón unido con Cataluña descuida la reconquista para volverse hacia el comercio mediterráneo y los negocios en el sur de Francia.
El peligro se hizo tan grande para la España cristiana que los reinos se vieron obligados a unirse: el 16 de julio de 1212, la victoria de Las Navas de Tolosa abrió el sur del país a los cristianos: los portugueses conquistaron el Alentejo, los castellanos l ‘Andalucía ( Córdoba, Sevilla, Cádiz), Aragón, Baleares, Valencia, Murcia. Solo el reino de Granada permanece en manos musulmanas.
1.4. La caída del reino de Granada (1492)
El modesto y frágil reino musulmán de Granada tiene dos siglos. Su indulto se debió a los problemas que agitaron los reinos cristianos en el xivmi y xvmi siglos: anarquía y guerra civil, intervenciones extranjeras; al fondo, el surgimiento de una poderosa aristocracia, rica en tierras ganadas en Andalucía o en otros lugares, y que ya no está disciplinada por los intereses superiores de la fe, ya que Granada ya no representa un peligro. Esta aristocracia choca con la realeza y debilita el poder monárquico.
Además, surgen otros intereses: Aragón está desarrollando una importante política mediterránea; Portugal se vuelve hacia el Atlántico.
Sólo Castilla, que quiere unificar España, ondea la bandera católica: la caída de Granada en 1492 completa la Reconquista. Fiel a su espíritu reconquistador, Castilla se embarcó entonces en la aventura colonial. Pero, como ha señalado el historiador Pierre Vilar, es «la concepción territorial y religiosa y no la ambición comercial y económica» la que prevalece. Y este diseño fue moldeado por la Reconquista.
2. El estado de ánimo ganador
2.1. Sociedad española
La reconquista cristiana de la Península Ibérica marcó a España con mayor profundidad ya que tuvo lugar durante varios siglos.
La Reconquista dio forma a una sociedad de lucha que supo, hasta xiiimi siglo, cierto equilibrio: la gran nobleza se hizo poderosa sin que sus intereses la pusieran en conflicto con la realeza; la nobleza de hidalgos, muy numerosos, forjaron un ideal que sobrevivió mucho más allá de la Reconquista; el campesinado libre y floreciente dio a la reconquista su dimensión económica; el campesino-soldado de la frontera jugó un papel fundamental en el desarrollo y defensa de las tierras reconquistadas.
También la sociedad española «reconquistadora» presenta una profunda originalidad con sus cartas de asentamiento y franquicias, sus tradiciones municipales, sus fueros, estado particular de una categoría social o religiosa en particular.
2.2. Los particularismos
Por su ideal, la Reconquista es un cruzada -, tal empresa debería haber favorecido la unidad nacional; tal era la ambición de los reyes de Asturias y Castilla. Sin embargo, ocurre todo lo contrario: las reagrupaciones territoriales, frutos del azar y de los matrimonios, se desintegraron rápidamente, y la unión de Castilla y Aragón (consecuencia del matrimonio de Fernando de Aragón e Isabel de Castilla) sólo se adquiere en el comienzo de xvimi siglo. La geografía, las propias condiciones de la reconquista, la fragmentación de la España musulmana explican en parte este hecho.
Pero, por otro lado, la reconquista dio origen a un sentimiento nacional muy vivo. Y esta contradicción entre localismo y universal permanece hoy.
Finalmente, la reconquista dio origen, tardíamente, al fanatismo religioso. Estoy gordo xiiimi siglo, el rey San Fernando se proclamó rey de las tres religiones (católica, judía y musulmana), a finales del xvmi siglo, musulmanes y judíos fueron convertidos por la fuerza, masacrados o expulsados.
Para obtener más información, consulte el artículo. Historia de España.