Metanfetamina – Drogas –

Metanfetamina es una droga sintética (ilícita), es decir, una sustancia psicoactiva que estimula el sistema nervioso central. Entre los usuarios, la metanfetamina se conoce como Ice, Tina, Meth, cocaína pobre, Speed o cristal. El uso terapéutico de una droga a base de metanfetamina (Pervitin) ha sido prohibido en varios países, incluido Brasil, debido a su uso inapropiado (recreativo) y abusivo. Como sugiere el nombre, la metanfetamina tiene efectos similares a los de las anfetaminas, sin embargo sus efectos son mucho más potentes, parecidos a los de la cocaína.

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La metanfetamina se manipula fácilmente en laboratorios clandestinos, utilizando una mezcla de ácido clorhídrico y sustancias presentes en medicamentos vendidos sin receta, como broncodilatadores y descongestionantes nasales (pseudoefedrina), o incluso con la propia efedrina.

Al igual que otras drogas sintéticas, como el Éxtasis y el LSD, el uso de metanfetamina es considerado, en todo el mundo, como una epidemia entre los «rave», debido al «aumento» de energía que aporta la droga. La metanfetamina se encuentra y se puede tomar de diferentes formas:

  • Cristal: se puede fumar (en pipas como crack).
  • Pastillas: tomadas por vía oral.
  • Polvo: se puede «oler» (como la cocaína) o inyectar (disuelto en agua o incluso en alcohol).

Los efectos de la metanfetamina comienzan entre 3 y 5 minutos después de su uso a través del pulmón (fumado o «inhalado») o por vía intravenosa. Si se ingiere, los efectos aparecen entre 15 y 20 minutos. Un diferencial de la metanfetamina en relación con otras drogas, como la cocaína y el crack, es la duración prolongada de sus efectos, que varía entre 4 a 8 horas (dependiendo de cómo se consumió).

La acción de la metanfetamina como estimulante del Sistema Nervioso Central se produce a través de la liberación de dopamina, noradrenalina y serotonina (neurotransmisores), siendo los efectos más comunes: euforia, disminución del apetito, sueño y fatiga, aumento del estado de alerta, cambios en la libido y aumento de las emociones. . El uso constante conduce a una dependencia rápida y la necesidad de aumentar las dosis, debido a la tolerancia de su acción.

El uso continuo de metanfetamina lleva al usuario a desarrollar trastornos del estado de ánimo, ansiedad, insomnio y agresión. Existe la posibilidad de presentar problemas de memoria, síntomas de psicosis y cambios en la función y estructura cerebral (daño cerebral, caracterizado por pérdida de materia gris e hipertrofia de materia blanca, entre otros). Otras consecuencias son: pérdida de peso y complicaciones dentales.

La temperatura corporal elevada, el aumento de la presión arterial, el dolor de pecho, las arritmias cardíacas y las convulsiones pueden ser síntomas de sobredosis debido al uso de metanfetamina y pueden llevar al usuario a la muerte.

Referencias:

MAYO, Lilliam. Toxicología de fármacos y toxicología social. Campo Grande, 2009, 28 diapositivas. Disponible en: Consultado el 28 de enero. 2010. Presentación en PowerPoint.

VIVA VOZ. Metanfetamina. SISP, publicado el 3 de mayo de 2007. Disponible en: Consultado el 28 de enero. 2010.

TRIPICCHIO, Adalberto. Hielo: droga vieja de nuevo más poderosa. Disponible en: Acceso el 28 de enero. 2010.

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