El término narcisismo Proviene de la mitología griega, que cuenta la historia de Narciso, un joven muy apuesto que despreciaba el amor de la ninfa Echo y por eso estaba condenado a enamorarse de su propia imagen reflejada en el agua. Este amor imposible llevó a Narciso a la muerte, ahogándose en su reflejo. El narcisismo, por lo tanto, retrata la tendencia del individuo a abrigar pasión por sí mismo. Según Freud, esto le pasa a todo el mundo hasta cierto punto, después del cual deja de ser saludable y se vuelve insalubre, según parámetros psicológicos y psiquiátricos.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

Foto: Tinxi / Shutterstock.com

Este término, como tantos otros emigrantes del campo psíquico, se volvió comúnmente utilizado para indicar a alguien vanidoso o egoísta. En el caso de referirse a un ámbito social, puede significar ‘elitismo’. El primer autor en utilizar el mito de Narciso fue Havelock Ellis, en 1898, en un intento de explicar el comportamiento femenino frente al espejo. En 1899, Paul Näcke insertó esta palabra en la esfera psiquiátrica para introducir un nuevo tipo de perversión: el amor a la propia imagen. Sigmund Freud ya utilizó esta concepción incluso antes de citarla en su obra Sobre el narcisismo: una introducción, en la que profundiza en la conexión de este mito con el psicoanálisis. Este pensador colaboró, con su investigación sobre este tema, para mutaciones expresivas en la teoría psicoanalítica que aborda el conjunto del proceso mental, es decir, en la metapsicología.

Según Freud, los narcisistas centran en sí mismos la elección del objeto sexual, proyectando en sus parejas características propias de su personalidad, buscando en ellas puntos que coincidan con su forma de ser, para que puedan amar a estas personas como fueron amadas. por sus madres. En otra obra, El caso Schreber, Freud define el narcisismo como un proceso insertado entre el autoerotismo y el amor dirigido hacia un objeto externo. En otros estudios, el padre del psicoanálisis muestra el mecanismo narcisista como un encogimiento de la libido al reino del yo y demuestra cómo estos eventos mentales conducen a otros trastornos, como la megalomanía y la creencia en el poder supremo del pensamiento. Pero es en el libro Sobre el narcisismo: una introducción que Freud invierte directamente en la investigación sobre este tema, incluso revelando que un equilibrio entre el enfoque en el yo y la libido dirigida hacia otro objeto sexual puede contribuir a que el sujeto cambie su energía psíquica de sí mismo, aunque esto no ocurre completamente.

Poco a poco, las especulaciones teóricas de Freud se transformaron en experiencias clínicas, en las que el psicoanalista fue capaz de comprender más profundamente los mecanismos de la psique humana, especialmente en sus etapas iniciales. Estas observaciones influyeron definitivamente en otros autores, pertenecientes a las más diversas escuelas psicoanalíticas. En los estudios contemporáneos, se combinan los mitos de Narciso y Edipo -el personaje mítico que se enamoró de su propia madre-, proporcionando una comprensión más amplia del narcisismo. En los primeros cincuenta años de estudios psicoanalíticos, la teoría de Edipo fue fundamental, siendo luego destronada por la de Narciso. Hoy en día, con el desarrollo de escuelas como la Psicología del Yo, de Heinz Khout, el narcisismo ha ganado aún más protagonismo. En esta corriente, sin embargo, no es importante distinguir entre narcisismo primario o secundario, sino normal o malsano.

Vea también:

  1. Complejo de superioridad

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *