Parálisis de Bell: causas, síntomas y tratamientos

LA Parálisis de Bell Consiste en una anomalía del nervio facial (VII par craneal), descrita por primera vez por el anatomista escocés Charles Bell, que se caracteriza por provocar una debilidad o parálisis brusca de los músculos de un lado de la cara.

Varios factores pueden provocar parálisis facial, como un tumor cerebral, un accidente cerebrovascular y la enfermedad de Lyme. Sin embargo, cuando no se identifica una causa, la afección se denomina parálisis de Bell. Aunque se desconoce la causa, se cree que el mecanismo implica la inflamación del nervio facial en respuesta a una infección viral, compresión o falta de suministro de sangre.

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Los síntomas aparecen de forma repentina, pudiendo el paciente presentar dolor detrás de la oreja poco antes de la debilidad muscular, de grado variable (de leve a severo), afectando siempre a un solo lado de la cara. Los pacientes también informan entumecimiento o sensación de pesadez en la cara; sin embargo, la sensibilidad permanece sin cambios. Si la parte afectada es la parte superior, el paciente puede tener dificultades para cerrar el ojo del lado afectado. En casos raros, esta parálisis también puede alterar la producción de saliva, el sabor o la producción de lágrimas.

Ilustración: Kateryna Kon / Shutterstock.com

El diagnóstico se realiza en base al cuadro clínico en ausencia de cualquier factor etiológico. Para excluir otras causas, el médico debe ordenar exámenes radiográficos, tomografía computarizada o resonancia magnética, además de un análisis de sangre para excluir la enfermedad de Lyme. No existe una prueba específica para la parálisis de Bell.

No existe un tratamiento específico para esta afección. Algunos médicos abogan por la administración de corticosteroides antes del segundo día después de la aparición de los síntomas, continuando durante dos semanas. Sin embargo, no hubo evidencia de eficacia para controlar el dolor o influir en la recuperación del paciente con este medicamento.

Si la parálisis conduce a la prevención de la oclusión, se debe evitar que el ojo se seque aplicando gotas lubricantes en el ojo a intervalos cortos y, si es necesario, utilizando un parche ocular. En algunos casos, el masaje en el lado afectado, así como la estimulación nerviosa, pueden ayudar a prevenir la rigidez de estos músculos. Cuando la parálisis persiste durante seis a doce meses o más, existe la posibilidad de someterse a una cirugía en la que el cirujano intentará injertar un nervio sano en el músculo facial paralizado.

Cuando la parálisis es parcial, la recuperación se puede lograr en dos meses. Sin embargo, cuando es total, el pronóstico varía, aunque la mayoría de los pacientes se recuperan por completo.

Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Paralisia_de_Bell
http://www.paralisia.com/paralisia-de-bell/paralisia-de-bell.html
http://revistaseletronicas.pucrs.br/ojs/index.php/scientiamedica/article/viewFile/3578/3517

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