Written by En el mundo contemporáneo, cuando las personas comenzaron a distanciarse entre sí por la falta de confianza y el aumento indiscriminado de la violencia, se abrió otro camino. Hoy el mundo virtual está siendo pionero en una buena parte de la población mundial; todos quieren estar conectados, relacionarse virtualmente, llenar el vacío que se creó dentro del alma humana cuando la gente dejó de interactuar físicamente.
Porpofobia: miedo a la desconexión. Imagen: Janos Levente / Shutterstock.com
Ahora este enlace a través de la ‘web’ se ha convertido en una adicción. Bucear en este universo significa estar actualizado, conectado con la comunidad planetaria, tener la información compartida por quienes navegan por este sistema, incluso si estos datos no significan la expansión del conocimiento.
Y eso es lo que pasa la mayor parte del tiempo. Lo que circula en Internet no suele ser más que frutos de la cultura popular del siglo XXI, como memes, nueva jerga, disputas entre usuarios de Twitter, publicaciones en Facebook, mensajes visuales, entre otros productos de la red.
Estar ausente de este mundo hace que mucha gente entre en pánico. LA porpofobia es solo este miedo a ser desconectado. Normalmente sus víctimas no se dan cuenta de que están sufriendo esta aflicción, pues creen que sus miedos son normales. Al fin y al cabo, pertenecer a una o varias redes sociales es uno de los sueños de consumo del hombre al inicio del milenio.
Este concepto surgió de la traducción libre del término FOMO – Fear of Missing Out -, acuñado por primera vez en el sitio web Diccionario urbano, especializada en significantes del siglo XXI. Poco después, la expresión fue adoptada por el vehículo del New York Times. Se utiliza en el sentido de temer estar fuera de contacto con lo que está sucediendo en el entorno virtual.
La red es hoy parte esencial de nuestra realidad; hace tiempo que dejó de ser un mero instrumento. Los límites entre lo público y lo privado se han derrumbado y ahora los usuarios de Internet ya no quieren permanecer detrás de escena; lo que realmente quieren es mostrar su vida en línea. Entonces tienes la ilusión de estar al tanto de las noticias a tiempo completo. Aunque estas noticias no son consistentes, tenerlas nos da la sensación de ser parte del equipo. Pero, por supuesto, simplemente no es factible cubrir toda la información accesible en la web virtual.
Este sentimiento puede parecer irracional, pero ¿quién dijo que el miedo es algo racional? De hecho, nadie quiere ser marginado, excluido de la aldea global. Es una fobia colectiva, similar a no ser aprobada por el otro. Este síndrome es consecuencia de nuestro nuevo estilo de vida. Lo importante es ser consciente de ello y evitar actitudes excesivas en el universo virtual.
Especialmente los más susceptibles a cruzar las barreras de la normalidad. Quien vive un espectáculo musical debe estar más atento a través de la pantalla del celular que con la mirada dirigida al escenario; los que publican incesantemente sus fotos en Instagram; los que, en lugar de disfrutar la balada, están narrando cada evento de la fiesta; Usuarios de Internet que muestran incesantemente fotografías de sí mismos; las personas que simplemente necesitan estar informadas todo el tiempo. Es fundamental que reflexionen sobre este comportamiento y busquen cambiarlo. Después de todo, nadie morirá por no saber todo lo que sucede en la ‘web’.
Fuente:
Almanaque Saraiva. Año 7, # 78, noviembre de 2012.
