Written by Plomo (del latín plomo) es un elemento químico de símbolo Pb, número atómico 82 (82 protones y 82 electrones), con masa atómica igual a 207,2 um, perteneciente al grupo 14 de la clasificación periódica de elementos químicos. A temperatura ambiente, el plomo se encuentra en estado sólido.
Lingotes de plomo. Foto: nathapol HPS / Shutterstock.com
El plomo es un metal tóxico, pesado, blando, maleable y un mal conductor de la electricidad. Tiene un color blanco azulado recién cortado, sin embargo, adquiere un color grisáceo cuando se expone al aire. Se utiliza en construcción civil, baterías ácidas, municiones, protección contra rayos X, y forma parte de aleaciones metálicas para la producción de soldaduras, fusibles, revestimientos de cables eléctricos, materiales antifricción, estampación de metales, etc. El plomo tiene el número atómico más alto entre todos los elementos estables (RUSSELL, 1994).
Es un metal conocido y utilizado desde la antigüedad. Se sospecha que los seres humanos han utilizado el plomo durante al menos 7000 años porque era (y sigue estando) muy extendido y fácil de extraer. También es fácil de trabajar porque es altamente maleable, dúctil y tiene un bajo punto de fusión (MAHAN, 2002).
Una vez que el plomo entra en contacto con el cuerpo, no sufre metabolismo, siendo complejado por macromoléculas, directamente absorbido, distribuido y excretado. El plomo, al ser un metal pesado, causa contaminación crónica en el cuerpo humano, lo que requiere precaución en su manipulación. Por lo tanto, el proceso de reciclaje parece ser ideal, pero aún no está ampliamente desarrollado. Por ejemplo, el reciclaje de baterías, tanto en Brasil como en el resto del mundo, es la principal fuente de materia prima del plomo metálico secundario, que representa el 53%. Estos números, propios del plomo, se deben a una característica del metal, que puede reciclarse indefinidamente sin perder sus características fisicoquímicas.
Sin embargo, los factores económicos pueden mejorar el reciclaje de plomo en el futuro. Dada la necesidad de controlar el uso del plomo por su poder contaminante, el reciclaje se convierte en una alternativa económica, sostenible y ecológicamente correcta, con tecnologías de proceso de fusión y controles de residuos disponibles, que garantizan una operación ecológicamente segura (www.revistaanalytica.com.br) .
Referencias:
RUSSELL, John B .; Química General vol.1, São Paulo: Pearson Education of Brazil, Makron Books, 1994.
MAHAN, Bruce M .; MYERS, Rollie J .; Química: un curso universitario, Ed. Edgard Blucher LTDA, São Paulo / SP – 2002.
