Retórica: significado, origen y relación con la política

La retórica, del griego rhêtorikê, significa el arte de la persuasión a través de las palabras. La comunicación hablada es la base de la interacción social y, más que eso, actúa como elemento fundamental de la política.

Así, la retórica utiliza el lenguaje de manera eficiente, construyendo un argumento que apunta a convencer para influir en la deliberación y la toma de decisiones.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

Las estrategias de convicción y persuasión son habilidades retóricas que construyen una narratividad, influyendo en la forma de entender o interpretar la realidad.

El significado de la retórica y su importancia en la política

La retórica era entendida entre los griegos como la estructura básica del derecho y la política, el «arte de la persuasión» era un tema fundamental para la toma de decisiones en la democracia griega.

Dos principios básicos guían la democracia, desde su aparición en la antigua Grecia hasta la actualidad: isonomía (igualdad de derechos para los ciudadanos) e isegoria (derecho a voz y voto).

Así, el derecho a una voz, por otro lado, exigía que los ciudadanos griegos tuvieran una gran capacidad lingüística para presentar sus perspectivas de forma clara y convincente.

Desde entonces, la política ha evolucionado del choque de ideas. Así, la retórica tiene como objetivo convencer al oponente o al público, basándose en la exposición clara de ideas y la capacidad de argumentación, siendo un punto fundamental de la actividad política.

La importancia de los sofistas en el desarrollo de la retórica

La retórica surge de forma organizada y sistematizada a partir de la actuación de los sofistas, como forma de convencer y persuasión. Los sofistas llegaron a jugar un papel importante en el sistema político griego.

Debido a que la perspectiva sofista no creía en la existencia del conocimiento verdadero, entendía la verdad como una perspectiva validada por una argumentación eficiente.

El sofista Gorgias definió la retórica como:

persuadir mediante discursos a los jueces de los tribunales, a los consejeros del consejo, a los miembros de la asamblea en la asamblea y en cualquier otra reunión pública.

Es decir, la retórica fue la base de lo que se podía dar por sentado, ya que se genera consenso.

Así, la enseñanza de la retórica pasó a entenderse como una herramienta de participación política y como un arte fundamental para la formación de la ciudadanía.

Retórica en Aristóteles

Aristóteles fue un discípulo crítico de Platón, pero lo que tenía en común era la comprensión del conocimiento verdadero. Como su maestro, rechazó la perspectiva sofista, entendió el conocimiento al margen de la mera opinión consensuada.

Sin embargo, para Aristóteles, la retórica, la persuasión por la argumentación, debe ser percibida como una técnica fundamental para la política, capaz de demostrar de manera práctica las tesis a defender.

Tres aspectos fundamentales sustentan la retórica de Aristóteles: carácter distintivo, patetismo y logos.

  • Carácter distintivo es un principio ético que guía el argumento.
  • Patetismo es la apelación a los sentimientos evocados por el hablante en sus argumentos.
  • Logotipos es la estructura lógica del argumento.

Esta tríada que sustenta el argumento, propuesto por el filósofo, compone lo que se entiende hoy por retórica.

El auge de la oratoria y su diferencia con la retórica

Con el apogeo del Imperio Romano, surgió la oratoria. Inicialmente, la oratoria es retórica en sí misma. Sin embargo, con el tiempo, existe una distinción entre los dos.

La oratoria se asume como buen hablar, expresándose de forma elocuente, más ligada a la habilidad de la lingüística y el vocabulario. La retórica, por otro lado, permanece centrada en la idea de persuasión argumentativa y persuasión.

Vea también:

Referencias bibliográficas

Aristóteles. Colección Thinkers. Traducción de Eudoro de Souza. São Paulo: Abril Cultural (1984).
Chaui, Marilena. Invitación a la filosofía. Ática, 1995.
Abbagnano, Nicola. Diccionario de Filosofía. 2ª tirada. SP: Martins Fontes (2003).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *