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Las obras del romanticismo adquieren diferentes características según la fase a la que pertenecen. Esta escuela literaria se divide en tres fases, que se caracterizan principalmente por el nacionalismo (de la primera generación romántica), el pesimismo (de la segunda generación romántica) y la libertad y el erotismo (de la tercera generación romántica).
Principales obras de la primera generación del romanticismo
- Suspiros poéticos y añoranza (1836), de Gonçalves de Magalhães
- El poeta y la Inquisición (1839), de Gonçalves de Magalhães
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A Moreninha (1844), de Joaquim Manuel de Macedo
- O Moço Loiro (1845), de Joaquim Manuel de Macedo
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Canción del exilio (1846), de Gonçalves Dias
- La destrucción de los bosques (1846), de Manuel de Araújo Porto Alegre
- I-Juca-Pirama (1851), de Gonçalves Dias
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Memorias de un sargento de la milicia (1852), de Manuel António de Almeida
- Cinco Minutos (1856), de José de Alencar
- La Confederación de Tamoios (1857), de Gonçalves de Magalhães
- Os Timbiras (1857), de Gonçalves Dias
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O Guarani (1857), de José de Alencar
- A Viuvinha (1857), de José de Alencar
- O Sertanejo (1857), de José de Alencar
- Los pueblos indígenas de Brasil antes de la historia (1860), de Gonçalves de Magalhães
- Brasilianas (1863), de Manuel de Araújo Porto Alegre
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Iracema (1865), de José de Alencar
- Colombo (1866), de Manuel de Araújo Porto Alegre
- La mancha mágica (1869), de Joaquim Manuel de Macedo
- Como Vítimas-Algozes (1869), de Joaquim Manuel de Macedo
- Ubirajara (1874), de José de Alencar
Características: las principales características presentes en las obras de la primera fase del romanticismo son el indianismo, la exaltación de la naturaleza y el nacionalismo orgulloso.
Contexto histórico: cuando el romanticismo comenzó en el país, ya había ocurrido la Independencia de Brasil (1822). En ese momento, había un fuerte sentido de patriotismo.
Por eso, el tema principal de las obras de la primera generación romántica en Brasil fue el indio, que asumió el papel de héroe nacional.
En Portugal destacan los siguientes:
- Camões (1825), de Almeida Garret
- Eurico, el Viejo (1844), de Alexandre Herculano
- La llave del enigma (1862), António Feliciano de Castilho
Principales obras de la segunda generación del romanticismo
- Macário (1852), de Álvares de Azevedo
- Lira dos Vinte Anos (1853), de Álvares de Azevedo
- Trovas (1853), de Laurindo Rabelo
- Noche en la taberna (1855), de Álvares de Azevedo
- Inspiraciones del Claustro (1855), de Junqueira Freire
- Contradicciones poéticas (1855), de Junqueira Freire
- Páginas sueltas (1855), de Pedro de Calasans
- Mis ocho años (1857), de Casimiro de Abreu
- Últimas páginas (1858), de Pedro de Calasans
- Los manantiales (1859), de Casimiro de Abreu
- Nocturne (1860), de Fagundes Varella
- Canción del Calvario (1863), de Fagundes Varella
- Voces de América (1864), de Fagundes Varella
- Canciones y fantasías (1865), de Fagundes Varella
- La muerte de una virgen (1867), de Pedro de Calasans
- La rosa y el sol (1867), de Pedro de Calasans
- Canciones del Sur (1869), de Fagundes Varella
- Rincones del desierto y la ciudad (1869), de Fagundes Varella
Características: las principales características presentes en las obras de la segunda fase del romanticismo son el pesimismo, el escapismo (deseo de escapar de la realidad) y el gusto por el morbo.
Contexto histórico: en este punto de la literatura brasileña, la juventud había perdido la esperanza y los problemas de la sociedad no se valoran. Egocéntrico, los problemas se centran en problemas personales, especialmente en delirios amorosos.
Así, las obras de esta fase están marcadas por un tono pesimista, fuertemente influenciado por Byron, uno de los románticos más importantes de Europa que fue un auténtico pesimista. Por esta razón, la segunda generación del romanticismo pasó a conocerse como la “generación byroniana”.
En Portugal destacan los siguientes:
- El compromiso del sepulcro (1850), de Soares de Passos
- Amor de Perdição (1862), de Camilo Castelo Branco
- Recuerdos de la cárcel (1862), de Camilo Castelo Branco
Principales obras de la tercera generación del romanticismo
- Arpas salvajes (1857), de Sousândrade
- Glosario (1864), de Tobias Barreto
- Amar (1866), de Tobias Barreto
- El genio de la humanidad (1866), de Tobias Barreto
- La esclavitud (1868), de Tobias Barreto
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Barco O Negreiro (1869), de Castro Alves
- Poesía contemporánea (1869), de Sílvio Romero
- Espumas flotantes (1870), de Castro Alves
- La cascada de Paulo Afonso (1876), de Castro Alves
- Canciones de fin de siglo (1878), de Sílvio Romero
- El genio de la humanidad (1881), de Tobias Barreto
- Los esclavos (1883), de Castro Alves
- Abolicionismo (1883), de Joaquim Nabuco
- Últimos Harpejos (1883), de Sílvio Romero
- Esclavos (1886), de Joaquim Nabuco
- O Guesa Errante (1888), de Castro Alves
- Mi formación (1900), de Joaquim Nabuco
Características: las principales características presentes en las obras de la tercera fase del romanticismo son el erotismo, la libertad y el tema en torno al abolicionismo.
Contexto histórico: después de la Independencia de Brasil (1822), la monarquía comenzó a perder fuerza y la gente añoraba la república.
Al mismo tiempo, la esclavitud es incómoda y el abolicionismo ocupa un lugar central en esta etapa del romanticismo en Brasil. De esta manera, Castro Alves es el autor brasileño que más se destaca, ya que exploró el tema del abolicionismo, pasando a ser conocido como el “poeta esclavo”.
En Portugal destacan los siguientes:
- Los alumnos del señor rector (1867), de Júlio Diniz
- An English Family (1868), de Júlio Diniz
- Flores do Campo (1868), de João de Deus
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