Cromóforos o grupo cromóforo es la parte o conjunto de átomos de una molécula, llamados grupos funcionales orgánicos que absorben en la región ultravioleta o visible. El término cromóforo también se puede definir como una sustancia que tiene muchos electrones que tienen la capacidad de absorber energía o luz visible. La presencia de estos grupos funcionales que contienen muchos electrones es responsable del color de una molécula. Al absorber energía, estos electrones se excitan a un nivel energético superior y cuando regresan al estado fundamental, emiten esta radiación, y dependiendo de la longitud de onda de la energía transmitida, presentarán un color específico. El color que vemos se refiere a la longitud de onda que no se absorbe, es decir, vemos el color complementando el color de la longitud de onda de la energía que es absorbida por los grupos cromóforos. Entonces, si vemos un color verde, significa que el cromóforo ha absorbido energía en la longitud de onda de la luz roja.
Tabla 1. Longitud de onda de los colores y sus complementos
Longitud de onda (nm) | color absorbido | Color complementario |
Menos de 380 | Ultravioleta | |
380 hasta 435 | Violeta | verde amarillento |
435 hasta 480 | Azul | Amarillo |
480 hasta 490 | azul verdoso | naranja |
490 hasta 500 | azul verde | rojo |
500 hasta 560 | Verde | Púrpura |
560 hasta 580 | verde amarillento | Violeta |
580 hasta 595 | Amarillo | Azul |
595 hasta 650 | naranja | azul verdoso |
650 hasta 780 | rojo | azul verde |
Por encima de 780 | Infrarrojo |
Entre los compuestos cromóforos, tenemos los que presentan establecimientos (dobles o triples enlaces), como alquenos, alquenos conjugados, alquinos, carbonilos, carboxilo, almidón, azo, nitro, nitroso, nitrato y aromáticos. Como ejemplos, tenemos varios tipos de colorantes alimentarios como la tartrazina, que pertenece al grupo funcional de los compuestos azo, responsables del color amarillo de muchos alimentos.
Figura 1. Estructura de la tartrazina.
El β-caroteno también es un cromóforo muy común responsable del color naranja de varios vegetales, como albaricoques, zanahorias, calabaza, y también se puede encontrar en cantidades más pequeñas en hojas de col rizada, espinacas, brócoli, etc. Esta molécula es precursora de la vitamina A.
Figura 2. Estructura del β-caroteno
Entre otros ejemplos de tales cromóforos se encuentran también tintes textiles, licopeno y antocianinas.
También hay grupos de cromóforos que se presentan en forma de complejos metálicos. Entre algunos de los cromóforos más conocidos del tipo complejo metálico tenemos la clorofila (que puede ser del tipo a, b, cyd) que consiste en un metal central, magnesio complejado con ligandos de anillo de tipo clorina. Este complejo es responsable del color verde de las plantas y del proceso de fotosíntesis.
Figura 3. Estructura común a las clorofilas a, byb, destacando los grupos funcionales que las diferencian.
Otro cromóforo muy importante es la hemoglobina, donde tenemos un átomo de hierro central complejado con un anillo de porfirina. Esta molécula es responsable del color rojo de la sangre y su función está relacionada con el transporte sanguíneo de oxígeno.
Figura 4. Estructura de la hemoglobina
Otras aplicaciones de los cromóforos incluyen las del tipo auxocromo, que tienen un grupo funcional que modifica la capacidad del cromóforo para absorber la luz, o los halocromos, que son sustancias que cambian de color con la variación del pH. Ésta es una propiedad, por ejemplo, de indicadores que cambian de color según el pH del medio, como la fenolftaleína utilizada en algunas valoraciones ácido-base.
Referencias:
Titus y Canto. Química en el enfoque cotidiano. Volumen único, parte C – Química orgánica. Editorial Saraiva 2005.
Atkins, PW; Jones, Loretta. Principios de la química: cuestionando la vida moderna y el medio ambiente, volumen único. 3. ed. Porto Alegre: Bookman, 2006.
Solomons, TWG, Fryhle, CB Química orgánica. Vol 1, 7ª ed. Río de Janeiro, LTC, 2001.