Estilo geométrico latino geometricus del griego geômetrikos

(Latín geométrico, Griego geométricos)

Dicho del período del arte griego durante el cual se desarrolló esta decoración.

¿Eres estudiante, profesor o academia?

DATE DE ALTA EN NUESTRA RED SOCIAL!, Grupos de estudio, apuntes, escribe en tu propio blog, añadir tu academia o dar clases particulares y Aprende!!!.

Abrir un perfil

ARQUEOLOGÍA

A pesar de la presencia de elementos geométricos en las artes de muchas civilizaciones, esta expresión designa la fase arcaica del desarrollo de la cerámica griega, principalmente ática; este estilo aparece al final de IIy milenio antes de Cristo y se caracteriza por el uso de elementos geométricos (líneas rectas o quebradas; líneas griegas; cruces; figuras humanas o animales estilizadas).

El nacimiento del estilo geométrico.

El estilo protogeométrico

Alrededor del año 1000 aC, la cerámica ateniense vio surgir nuevos estilos. Los motivos lineales muy simples de finales de la Edad del Bronce evolucionaron hacia un estilo llamado «protogeométrico», compuesto por elementos rectilíneos complementados con semicírculos y círculos concéntricos dibujados con un compás. Los jarrones están finamente hechos y bien proporcionados; su decoración se adapta bien a la forma del objeto. Pero no exhiben ni los colores ni la exuberancia de los vasos minoicos ni la complejidad de la cerámica posterior.

Atenas, capital del estilo geométrico

El estilo protogeométrico es sucedido por el geométrico, que florece en ixy y viiiy siglos en Atenas. Si llama la atención la preeminencia de Ática, este género también floreció en otras cecas (Argos, Rodas, Creta, etc.).

Las características

El estilo geométrico se renueva y enriquece respecto al anterior por la adición de varios motivos y en particular por la representación de meandros (elementos decorativos en ondas angulares). Además, los frisos geométricos cubren una parte cada vez mayor de la superficie de los jarrones. Gradualmente, se dividen en paneles ocupados por esvásticas o rombos y separados por bandas verticales compuestas por sombreados u otros motivos lineales. Poco después del 800 a. C., aparecen siluetas de animales, cabras tumbadas o ciervos pastando. Los artistas también introducen figuras humanas y reproducen hechos de la vida religiosa o social. Así, en los vasos funerarios de Dipylon (la necrópolis de Atenas), se reserva un panel para escenas de procesión o entierro. Pero los personajes y animales siguen representados en forma de siluetas geométricas y estilizadas; es solo al final del viiiy siglo que se representan los detalles de los cuerpos: ojos, pelo o uñas.

Una representación esquemática

Se acentúa y esquematiza la representación de ciertas partes del cuerpo: hombros anchos y torso triangular, muslos gruesos, brazos en forma de simples barras. La emoción está dada por la acción y los gestos: los dolientes se tiran de los cabellos, los guerreros se enfrentan en combate.

Una composición simétrica

Este arte expresa una visión conceptualizada de la vida y del cuerpo humano. La composición de las escenas favorece la simetría; los hombres y los animales se representan planos, generalmente con todos los elementos que los componen: así, para un carro tirado por dos caballos, veremos las cabezas y los cuellos de los dos caballos, sus ocho miembros y sus dos colas; de manera similar, las dos ruedas del carro se colocan una al lado de la otra (solo el cuerpo de uno de los caballos está oculto por el otro). Los cuerpos humanos se presentan con el pecho al frente y las piernas de perfil, nuevamente yuxtapuestos. Este principio de representación afecta también a la pequeña estatuaria de la época, y en particular a las estatuillas de bronce de caballos y hombres que servían como exvoto en los santuarios (en particular en Olimpia) o como accesorios decorativos de los grandes vasos de bronce, como calderos trípodes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *