Hambre – Falta de alimentos – Fisiología humana

El estado en el que el cuerpo siente una falta de nutrientes, vitaminas, comprometiendo el bienestar y la salud de un individuo se llama hambriento. el hambre es causada por falta de comida necesario para satisfacer las necesidades del cuerpo en el mantenimiento de su funciones vitales.

Los seres humanos dependen de una variedad de alimentos como proteínas, vitaminas, lípidos, glucosa, minerales, que son esenciales para que todos los órganos presentes en el cuerpo sigan funcionando correctamente.

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La energía alimentaria se extrae en forma de calorías. Las calorías están relacionadas con la cantidad de calor que liberan los alimentos después de que se metabolizan y digieren. Esta cantidad de calorías es la energía almacenada en las reacciones químicas de los alimentos y es responsable del buen funcionamiento del cuerpo humano.

Consecuencias del hambre en el cuerpo

Cuando hay escasez de alimentos, debido al hambre, el organismo busca otras fuentes de energía almacenada que están presentes en el organismo en el llamado tejido adiposo o graso. Así, las células capturan y absorben glucosa y carbohidratos, quemando grasa para mantener las necesidades básicas del cuerpo.

En los casos de individuos que no tienen grasa almacenada, el cuerpo extrae energía de los músculos, provocando una intensa pérdida de masa muscular, dejando al individuo esquelético.

Sin más fuentes de energía, el cerebro también se ve afectado y pierde su función de hacer funcionar el cuerpo. Los síntomas como dificultad para pensar, mareos, pérdida del conocimiento, náuseas son comunes en esta etapa.

En la fase extrema del hambre, el metabolismo ya no funciona como antes, comienza a funcionar muy lentamente, comprometiendo el funcionamiento de todos los órganos e impidiendo la producción de sustancias importantes como hormonas y enzimas.

Cuando no hay más recursos para satisfacer el hambre, el individuo acaba muriendo.

El hambre provoca una serie de cambios en el funcionamiento normal del organismo. Los principales se enumeran a continuación:

  • Pérdida intensa de masa muscular y tejido graso, provocando debilidad física y pérdida de peso repentina.
  • Ralentización, interrupción del crecimiento
  • Cambios psicológicos y psíquicos que dejan al individuo apático y deprimido.
  • La caída del cabello y su sombra
  • Piel con apariencia arrugada.
  • Anemia y varios otros trastornos sanguíneos.
  • Raquitismo por falta de vitamina D.
  • Sistema nervioso deficiente, disminuyendo la cantidad de neuronas.
  • Daño al funcionamiento adecuado de todos los órganos del cuerpo humano.
  • Baja inmunidad, donde el individuo está sujeto a contraer enfermedades virales y bacterianas, entre otras.

Tratamiento

Los principales tratamientos para la deficiencia de nutrientes causada por el hambre son:

  • Recuperar y normalizar el estado nutricional del organismo, con una ingesta de alimentos saludables como frutas, verduras, verduras, fibra, leche, huevos, etc. Para ello, se recomienda consultar a un nutricionista, quien solicitará un examen y comprobará qué nutrientes son más deficitarios en el individuo.
  • Organizar cambios orgánicos, que se vieron perjudicados.
  • Recuperar el peso y la masa muscular perdidos

Prevención

Las mejores formas de prevenir el hambre son:

  • Corregir la ingesta diaria de alimentos saludables, que contengan todas las vitaminas necesarias para el organismo.
  • Llevar a cabo programas gubernamentales para ayudar a complementar la alimentación de los más necesitados.

Lea también:

  1. Problema humanitario del hambre

Referencias bibliográficas:
NÓBREGA, FJ (Org.). Trastornos nutricionales. São Paulo: Revinter, 1998.
http://pt.wikipedia.org/wiki/Hunger

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