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Pintor alemán (Augsburgo 1497 o 1498-Londres 1543).
Desde su temprana juventud, Holbein asimiló los principios del arte italiano pero también las lecciones de los maestros de la pintura alemana. Sensible al movimiento humanista, mezcla el realismo de la tradición gótica y la nueva tendencia al idealismo, y crea una forma de expresión que lo convierte en un representante ejemplar del Renacimiento en el norte de Europa. A través de su apertura a todas las influencias y su capacidad para desarrollar un trabajo personal de alcance universal, Holbein el Joven logra la síntesis de las tendencias artísticas desde el inicio de la xvimi siglo y lleva el arte del retrato a un alto grado de excelencia.
1. En la escuela de arte y humanismo italiano
Holbein nació en 1497 o 1498 en Augsburgo, entonces una ciudad con un floreciente comercio, pero también un dinámico centro cultural y artístico, permeable a las influencias internacionales, especialmente italianas. Holbein el Viejo, famoso pintor, da la bienvenida a su hijo a su estudio: a través de las obras de su padre, Hans se familiariza con la monumentalidad clásica y con los diversos aspectos de la pintura flamenca de finales del siglo XX. xvmi siglo.
1.1. La elección de Basilea (1516-1526)
Alrededor de 1510-1515, el declive del estudio de su padre empujó a Holbein a dejar su ciudad natal con su hermano Ambrosius para establecerse en Basilea (1515), lo que ofreció a los artistas mayores posibilidades, vinculadas en particular al desarrollo de la imprenta. Fue en Basilea donde, en 1516, Holbein embelleció los márgenes de una copia del Éloge de la folie de Erasmo. Este último se da cuenta de él y le ordena la ilustración del libro. Esta introducción en el medio humanista y sus méritos personales le valieron la oportunidad de cumplir órdenes para la burguesía comercial.
Sus ilustraciones y retratos de notables (El alcalde Jakob Meyer y su esposa, 1516, Kunstmuseum, Basilea) muestran la profesión del joven artista: ya demuestra la objetividad de la que nunca rehuye.
Durante los años 1517 a 1519, Holbein también se dedicó a proyectos de decoración monumental: la fachada (destruida en xixmi siglo) de la casa Hertenstein en Lucerna fue tratado, en colaboración con su padre, en un estilo inspirado en el Renacimiento italiano.
1. 2. La época de las obras religiosas
En 1519, Holbein se convirtió en miembro del Gremio de Pintores de Basilea, y su producción pictórica incluyó principalmente obras religiosas: laAdoración de los pastores y elAdoración de los Magos (1521-1522), ambos en las contraventanas de la Retablo de Oberried, los Última cena y la Paliza, que forman parte de un conjunto de cinco escenas de la Pasión (c. 1525, Kunstmuseum, Basilea).
El cristo muerto (1521-1522, Basilea), destinado a adornar la predela de un retablo, se caracteriza por una precisión morbosa. Verdadero retrato más que pintura religiosa, esta espectacular composición atestigua la huella todavía muy fuerte de este gusto alemán por el expresionismo que, por ejemplo, cultiva un Grünewald. Pero la interpretación anatómica, de una precisión casi científica, tiene su origen en una forma de objetividad que se inspira en una tendencia secular propia del alto Renacimiento italiano.
Este deseo de mezclar influencias de diversos orígenes marca las obras de este período, como la Virgen de Retablo de Gerster (1522, Museo Solothurn), en el que “seculariza” el tema de la santa conversación, al representar a la Virgen con el disfraz de su esposa.
Su sentido del retrato es evidente en la Virgen con la familia del alcalde Meyer (1526). Aunque retoma un motivo tradicional alemán, esta pintura es una oportunidad para que Holbein trate una escena religiosa en un registro mundano marcado por el gusto clásico y para crear modelos que se utilizarán más adelante. En general, sus pinturas religiosas resultan más realistas y decorativas que las obras devocionales habituales.
1.3. Las lecciones de Vinci, la amistad de Erasmo
Durante estos mismos años, Holbein decoró con frescos (ahora desaparecidos) la sala del Gran Consejo del Ayuntamiento de Basilea y la fachada de la casa «zum Tanz».
Entre 1523 y 1526, Holbein probablemente realizó un viaje a Francia, durante el cual pudo apreciar las últimas obras de Leonardo da Vinci, y fue indudablemente influenciado por éste que compuso, en 1526, las figuras de los santos y de la Virgen con que adornará las contraventanas del órgano de la Catedral de Basilea.
Holbein realiza numerosos dibujos sobre temas religiosos, especialmente para vidrieras, en los que utiliza todos los recursos de su virtuosismo.
Aunque todavía no constituye la parte esencial, el retrato ya encuentra su lugar en su producción de este período. Hans Holbein recibe encargos y se vincula con los editores de Basilea y con Erasmo. En 1523, tres retratos de Erasmo (conservados en el castillo de Landford, el Louvre y el Kunstmuseum de Basilea, respectivamente) presentan cada uno un aspecto de la personalidad del gran humanista. Esta serie permite a Holbein establecer su reputación fuera de las fronteras de Alemania.
2. Holbein, un destacado diseñador y retratista
2.1. Londres (1526-1528): primer exilio
Los primeros problemas vinculados a la Reforma debilitaron la prosperidad de Basilea. Los encargos a artistas son más raros y, en 1526, Holbein llega a Inglaterra. Recomendado por Erasmo a Thomas More, entró en contacto con el medio humanista inglés gracias a él. Durante los dieciocho meses de esta primera estancia en Londres, pintó retratos de miembros de la corte: Sir Henry Guilfort, arzobispo Warham, el astrónomo del rey Nicolas kratzer (1528, museo del Louvre, París). Holbein fue bien recibido en Inglaterra, donde el arte pictórico aún estaba poco desarrollado en ese momento.
2.2. Breve regreso a Basilea (1528-1532)
De vuelta en Basilea en 1528, Holbein terminó de decorar el ayuntamiento allí. Al mismo tiempo, el pintor representa a su familia, la esposa del pintor y sus hijos (1528-1529), obra cuya composición e iluminación, inspiradas en el arte de Leonardo da Vinci, se templan con un realismo más suave: combinando a la perfección las dos tendencias que dominan su pintura, Holbein se muestra aquí totalmente maestro de su arte.
Sin embargo, la situación política y religiosa es cada vez más turbulenta: mientras el año 1529 ve la prohibición de toda pintura religiosa, el fanatismo y la intolerancia expulsan a Erasmo de Basilea; en 1532, Holbein regresó a Inglaterra.
2.3. De regreso a Londres: el arte del retrato
Pero en Londres la situación ha cambiado: su principal protector, Tomás Moro, ya no es favorecido por el rey. Asimismo, de 1532 a 1536, además de algunas obras decorativas, como laArco de triunfo para la coronación de Ana Bolena (1533), trabaja Holbein principalmente para los comerciantes alemanes de la Liga Hanseática establecida en Londres, quienes le encargaron una gran cantidad de retratos.
La de Comerciante Gisze (1532) representa el modelo de medio cuerpo en un escenario que ilustra su actividad: instrumentos de trabajo (balanzas de orfebrería, monedas), profusión y riqueza de objetos que simbolizan su función y su posición social. El retrato de Dirk Tybis (1533) marca una evolución: visto de frente, el modelo ocupa todo el espacio, para una mayor impresión de solemnidad; los objetos que definen su función siguen presentes, pero la decoración ha desaparecido. Más allá de la interpretación de la fisonomía y la posición social del modelo, Holbein busca expresar a través de la figura humana su concepción del humanismo.
El éxito del gran lienzo que representa a los Embajadores (1533, National Gallery, Londres) ayudó a lanzar a Holbein a una clientela que aspiraba a conquistar, y pronto se convirtió en el pintor favorito de la corte.
2.4. Holbein, pintor del rey y la corte de Inglaterra
La perfecta asimilación del arte del retrato italiano, templado por su atención a la particularidad de las cosas y los seres, pero también la distancia que existe entre el pintor y su modelo son los elementos determinantes de su éxito con la aristocracia inglesa.
En el séquito del rey pintó retratos de Robert Cheseman, cetrero del rey, y del canciller Thomas Cromwell (ya fallecido), gracias a los cuales fue presentado a Enrique VIII, de quien obtuvo el título de Pintor del Rey en 1536.
Además de su actividad como retratista, Holbein realiza numerosos trabajos decorativos (pintura o arquitectura), miniaturas, pero también estudios de joyería.
En los retratos de la corte aparece un sentido compositivo más monumental y un tratamiento más hierático. El modelo se evoca con firmeza y unidad; el ritmo es ágil, majestuoso y fuerte. Los retratos de Enrique VIII y la reina Jane seymour (1536-1537) dan un ejemplo del grado extremo de atención al detalle de Holbein. La tela de la ropa, las puntadas, los cordones y las joyas se prestan hasta los detalles técnicos. Numerosos dibujos preparatorios dan testimonio de esta minuciosa investigación.