Las obras más intrigantes de Frida Kahlo

Frida Kahlo fue una pintora mexicana que produjo una extensa obra. Muchos de los temas representados en sus pantallas están relacionados con su vida personal.

Fue considerada por muchos como una artista surrealista, participando incluso en una exposición de esta corriente artística. Sin embargo, no se consideró surrealista, porque dijo que «no pintó sueños sino su realidad«.

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El caso es que sus obras suelen aportar una atmósfera muy estimulante, misteriosa e insólita. Frida logró transmitir a su arte muchos de sus sentimientos y angustias de una manera fantástica y pintoresca.

Por ello, hemos seleccionado algunas obras intrigantes de Frida Kahlo para que puedas conocer más sobre esta importante artista latinoamericana. ¡Verificar!

1. Uno más piquetes (algunos pequeños cortes)

uno cuantos piquetes - Frida Kahlo
Uno más piquetes (1935)
Este impactante lienzo se produjo en 1935. En ese momento, Frida Kahlo había leído un informe de un periódico que informaba que un hombre había apuñalado a su pareja hasta la muerte. Cuando se le preguntó sobre el crimen, el hombre respondió que se trataba de «algunos cortes menores».

Frida decidió entonces retratar la escena en una obra de arte muy inquietante. En él, la artista muestra el cuerpo desnudo, ensangrentado y sin vida de una mujer en una cama. El esposo está a su lado sosteniendo un cuchillo con una leve sonrisa en su rostro.

Hay marcas de sangre por toda la habitación, incluida una especie de marco pintado en el lienzo. Arriba, también hay dos pájaros que sostienen una pancarta con las palabras: Uno más piquetes.

Percibimos en esta obra la importancia que también tiene el arte en lo social y cotidiano.

La artista utilizó su obra para posicionarse y denunciar los numerosos casos de asesinatos de mujeres, que durante mucho tiempo se denominó «crimen pasional».

Este tipo de delito, que los hombres cometen contra las mujeres por el sentimiento de «posesión», ahora se denomina feminicidio.

La pintura tiene unas dimensiones de 30 x 40 cm y forma parte de la colección del Museo Dolores Olmedo, en México.

2. Mi nacimiento (Mi nacimiento)

mi nacimiento - frida kahlo
Mi nacimiento (1932)
Esta pintura data de 1932. En ella, Frida describe cómo habría sido su nacimiento, o como ella dijo «como me imaginaba que nací«.

En la escena, vemos a la madre del artista en labor de parto; está cubierta de cintura para arriba con una sábana blanca, como si estuviera muerta.

En el rostro de la niña ya podemos ver la expresión impactante de Frida, que sale de su útero casi por sí sola.

La madre de la pintora, Matilde González y Calderón, tuvo la religiosidad como punto fundamental de su vida, la cual está representada por un cuadro sobre la cama que muestra la imagen de la Virgen de las Lamentaciones.

Después de su nacimiento, se sabe que la madre de Frida sufrió depresión posparto y, poco tiempo después, volvió a quedar embarazada.

Esta obra, por tanto, nos trae varias preguntas sobre la vida y la muerte, el renacimiento, el sufrimiento y la soledad.

El lienzo, de 30 x 53 cm, forma parte de una colección privada.

3. El venado herido

el ciervo herido - frida kahlo
El ciervo herido (1946)
Realizada en 1946, se trata de una obra en la que Frida purga parte de su dolor físico y emocional. Tal sufrimiento vino como consecuencia de su mala salud y también de su complicado matrimonio con el también pintor Diego Rivera.

En este autorretrato, el pintor aparece en una figura zoomorfa, es decir, en parte animal, en parte humana.

El ciervo fue el animal elegido, quizás porque era una criatura dulce, graciosa y al mismo tiempo vulnerable. La artista también fue muy cercana a los animales y, a lo largo de su vida, cuidó a varios de ellos, entre ellos un ciervo.

En la escena, el cuerpo del animal está atravesado por nueve flechas, pero el rostro de Frida transmite perseverancia y altivez. Es como si siguiera adelante incluso frente a las adversidades de la vida.

El cuerpo con flechas también hace referencia a São Sebastião, un hombre que dedicó su vida a la fe cristiana en los primeros siglos del cristianismo, en una época en la que aún existía la persecución de la religión. Sebastião fue atado a un árbol y gravemente herido por flechas.

El lienzo tiene un tamaño de 30 x 22 cm y Frida se lo ofreció a amigos cercanos como regalo de bodas.

4. Mi nana y yo (Mi ama y yo)

Mi nana y yo - 1937
Mi nana y yo (1937)
En Mi nana y yo, producida en 1937, Frida retrata una parte importante de su infancia.

Cuando Frida vino al mundo, su madre pronto volvió a quedar embarazada, lo que resultó en el nacimiento de su hermana Cristina, cuando la artista tenía solo 11 meses.

Debido a esto, Frida tuvo que ser amamantada por una nodriza que, en este caso, era una mujer indígena.

En el cuadro, Frida aparece con cuerpo de bebé y cabeza de adulto; su enfermera se muestra como una mujer grande, de piel oscura, que la alimenta con sus pechos llenos. En lugar del rostro de la mujer, hay una máscara precolombina, que tiene un enorme peso histórico, además de sugerir la distancia emocional entre ellos.

En el seno derecho, donde la artista amamanta, hay una representación de lo que serían las glándulas mamarias; sobre el pecho izquierdo, una gota de leche gotea.

Nótese que, en la escena, hay una lluvia con gotas blancas y espesas, como la leche que alimenta a Frida. Esta lluvia riega una vegetación que se encuentra detrás de las figuras y da lugar a una hoja grande, también de color blanco.

La composición mide 30,5 x 36,83 cm y forma parte de la colección Dolores Olmedo, que se encuentra en la Ciudad de México.

5. El sueño, La Cama (El sueño o La cama)

frida kahlo - cama
El sueño (La cama), en portugués El sueño (A cama), de 1940
En esta obra, de 1940, el universo onírico se fusiona con la idea de muerte. Aquí, Frida se retrata durmiendo en una cama con dosel, el mismo modelo que dormía todos los días.

La artista está acostada mientras una planta trepadora enreda su cuerpo, en un símbolo de vida. Sin embargo, en la parte superior de la cama, un enorme esqueleto también yace en la misma posición. El esqueleto sirve como recordatorio de que la vida es fugaz y que la muerte llega invariablemente.

El ambiente donde se inserta la cama es difuso, sin contornos, y la cama parece flotar. Esto sugiere otra dimensión, o incluso que la escena se desarrolla en las nubes.

La obra también puede estar directamente relacionada con la expresión latina Somnus est frater mortis, que significa «El sueño es hermano de la muerte».

Es importante señalar que en México, la figura del esqueleto y el concepto de muerte son parte de la cultura, y son venerados en el llamado «Día de Muertos», que se realiza anualmente el 2 de enero.

Quizás por eso, Frida justifica esta pantalla diciendo que es un «divertido recuerdo de la mortalidad«, a la que todos estamos sujetos.

La obra tiene unas dimensiones de 74 x 98 cm y pertenece a una colección privada.

6. La columna rota (La columna rota)

la columna rota frida kahlo
La columna rota (1944), Frida Kahlo. Derecha, detalle de la expresión de Frida.
Se trata de una obra muy autobiográfica, al igual que la mayoría de sus pinturas.

Aquí retrata todo su sufrimiento a raíz de una cirugía a la que se sometió en la columna, como consecuencia de un grave accidente sufrido cuando tenía 18 años.

En la pantalla, vemos a Frida con el torso desnudo y una abertura que muestra una columna griega en el centro de su cuerpo. La columna está toda rota en pedazos y sostiene la cabeza del pintor. También hay una especie de corsé que ata tu cuerpo: la artista en realidad usó varios de estos chalecos médicos durante su vida.

Su cuerpo está cubierto de muchas uñas, simbolizando los puntos de dolor. La expresión facial muestra firmeza y superación, sin embargo, las gruesas lágrimas retratadas nos hacen conscientes de un intenso dolor físico y emocional.

Nótese que el artista se inserta en un paisaje árido, lo que le da un tono aún más doloroso al lienzo.

La composición mide 39,8 x 30,7 cm y pertenece a la colección Dolores Olmedo en México.

7. Lo que me odia el agua (lo que me dio el agua)

lo que me dio el agua
Lo que odio del agua (Lo que me dio el agua), de 1939. A la derecha, detalles de la obra
En este autorretrato de 1939, Frida Kahlo se pinta los pies en una bañera. Figuras, escenas y situaciones emergen de las aguas de baño que forman parte de la vida de la artista, como una especie de síntesis de su existencia.

La obra se inspiró en otra obra, titulada Mis abuelos, mis padres y yo, en el que Frida retrata a sus antepasados ​​en forma de árbol genealógico. La figura de sus padres se repite en las dos pantallas.

Se retratan otros elementos, algunos evocan el sufrimiento al que fue sometida Frida durante muchos momentos, su bisexualidad, su idea de la muerte, entre otros.

Este lienzo fue considerado surrealista por André Breton (uno de los creadores del movimiento surrealista en Francia), cuando estaba en México y vio la obra. En ese momento, Frida se sorprendió y dijo que no sabía que era surrealista hasta que fue clasificada como tal.

Frida ofreció el trabajo al fotógrafo Nickolas Muray, quien era su amante, como pago de una deuda.

Se trata de una producción con unas dimensiones de 91 x 70 cm y hoy pertenece a la colección de Daniel Filipacchi.

¿Quién era Frida Kahlo?

Frida Kahlo
Retrato de Frida Kahlo. Aquí aparece luciendo unos pendientes hechos por Pablo Picasso
Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón, Frida, nació en 1907 en el pueblo de Coyoacán, cerca de la Ciudad de México. Su padre era un fotógrafo alemán y su madre era mexicana.

La vida del artista estuvo marcada por varios episodios trágicos. Cuando tenía 6 años, se enfermó y contrajo poliomielitis.

Luego, a los 18 años, sufrió un grave accidente de tranvía, estando postrada mucho tiempo en cama y desde entonces empezó a pintar.

En 1928 se afilió al Partido Comunista Mexicano y allí conoció al muralista Diego Rivera, de quien se enamoró y comenzó una larga historia marital.

Frida se ha dedicado a la pintura durante toda su vida, y además de producir arte, también ha sido profesora en la Ciudad de México, en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura “A Esmeralda” (La Esmeralda).

El 13 de julio de 1954, a la edad de 47 años, Frida murió a consecuencia de una neumonía.

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