

Psiquiatra suizo (Kesswil, Turgovie, 1875-Küsnacht, cerca de Zurich, 1961).
La concepción de Jung de la vida psíquica
La originalidad de Jung es haber introducido más allá del inconsciente individual (resultado de la historia personal), estudiado por Freud, el inconsciente colectivo, que representa la estratificación de las experiencias milenarias de la humanidad: “Si el inconsciente pudiera personificarse, asumiría los rasgos de un ser humano colectivo que vive al margen de la especificación de los sexos, de la juventud y la vejez, del nacimiento y la muerte, con poca experiencia humana, casi inmortal de uno o dos millones de años. Esta sabiduría se expresa a través de un pequeño número de temas privilegiados, que Jung llama arquetipos y que se repiten idénticos a ellos mismos en el folklore y cosmogonía de diferentes pueblos, así como en los sueños de «civilizados» (por ejemplo, el mito de Prometeo). Dentro Psicología y religión (1939), Jung estudia la función simbólica del número cuatro (arquetipo de cuaternidad) en las filosofías del Lejano Oriente, las teosofías cristianas de la Edad Media, la alquimia y los sueños de un paciente neurótico. Muestra que este símbolo está asociado con la idea de que Dios creó el Universo (Dios manifestó su existencia al crear los cuatro elementos).
Los arquetipos son hereditarios; su suma representa el inconsciente colectivo. Constituyen en cierto modo las «categorías a priori De la imaginación, porque Jung considera que no hay creación absoluta individual o colectiva; esto todavía consiste en gran parte de material arquetípico.
Entre los arquetipos, Jung atribuye especial importancia a laAnima, “Esta figura femenina que juega un papel importante en los sueños de los seres masculinos; lleva la denominación técnica de Anima debido a que el hombre, desde tiempos inmemoriales, siempre ha expresado en sus mitos la idea de la coexistencia de un principio masculino y un principio femenino en un mismo cuerpo » (Psicología y religión). Asimismo, elÁnimo representa la «figura masculina de la psicología femenina», es decir, el aspecto lógico y racional de la psique femenina. Estas dos figuras aparecen a menudo en sueños, pero son desconocidas para el me, y su conciencia representa un momento esencial en la terapia junguiana.
El inconsciente individual se expresa por el carácter delSombra, imagen onírica caracterizada por un atributo negro. La Sombra representa todo lo que ha sido eliminado de la conciencia como incompatible con el me. El encuentro con la Sombra, en forma de diálogo entre los me y la Sombra durante un sueño, por ejemplo, es un momento particularmente angustioso: el me corre el riesgo de verse abrumado por tendencias reprimidas, que sin embargo reconoce como propias y que son antagónicas a sus tendencias conscientes.
El método terapéutico de Jung
los psicología psicoanalítica, El método terapéutico desarrollado por Jung, tiene como objetivo permitir al hombre reconectarse con las raíces de sí mismo, es decir, con su inconsciente. Trastornos mentales resultantes de la pérdida de contacto con el me con el inconsciente colectivo y personal, Jung considera que el hombre, al integrarse en su me el Anima (o Animus) y la Sombra, y al darse cuenta de las demandas de los arquetipos dentro de él, puede acceder a la totalidad de su personalidad consciente e inconsciente, que él llama el yo (das Selbst).
El acceso a los uno mismo es el resultado de una maduración psicológica a largo plazo, que requiere una profunda reflexión sobre uno mismo y que no está exenta de angustias, que el terapeuta ayuda a sobrellevar haciendo que el paciente acepte los aspectos desfavorables de sí mismo.
Jung desarrolló la técnica de asociaciones libres para facilitar el acceso al inconsciente. El terapeuta lee una lista de palabras de apoyo a las que el paciente debe responder inmediatamente con las primeras palabras (palabras inducidas) que le vienen a la mente. Un retraso en dar una respuesta, una asociación inusual, signos de emoción u olvidar una asociación proporcionada pueden indicar que la palabra inductora sugiere un área compleja, o complejo, es decir un conjunto de representaciones psíquicas con fuerte resonancia afectiva más allá del control del me. El terapeuta puede ampliar las asociaciones. Cuando ha rodeado un área compleja, puede, proporcionándose asociaciones juiciosas con las asociaciones de su paciente, llevar a este último a una descarga emocional más fuerte y así permitir una conciencia más clara del contenido psíquico reprimido: este es el método de amplificación.
Jung, como Freud, considera que el sueño es una vía de acceso inigualable al inconsciente individual, y en un nivel más profundo al inconsciente colectivo, porque puede expresar figuras arquetípicas. El sueño, expresión de la sabiduría del inconsciente colectivo, es un intento de resolver los conflictos psíquicos, lo que le confiere su valor premonitorio.
Diferencias con Freud
Aparecieron muy temprano en la evolución de las ideas de Jung. Sin embargo, Freud y Jung tienen un punto fundamental en común: mostrar la importancia de los fenómenos inconscientes en la vida psíquica. Pero Freud solo reconoció la existencia del inconsciente individual, que Jung critica fuertemente.
El determinismo estricto de Freud es igualmente impugnado por Jung porque la psique escapa «de las consideraciones causales que dejan en la sombra todo lo que es finalidad en ella». Esta finalidad ha sido a menudo criticada por los freudianos, que atacan el misticismo de Jung y la moral implícita que surge de su enfoque terapéutico, que es demasiado directivo y se reduce a consejos fuertemente imbuidos de consideraciones éticas.
Los arquetipos, preexistentes a cualquier experiencia individual, condicionan el desarrollo de la vida psíquica, mientras que ésta, en el pensamiento freudiano, depende únicamente del juego de pulsiones en la historia individual. El punto de vista genético del desarrollo de la libido (que en Jung ya no es únicamente de origen sexual, sino que representa la energía psíquica en general) es menos fundamental en Jung que en Freud. Jung, al estudiar los conflictos neuróticos, considera principalmente su aspecto actual. Freud, por su parte, profundiza mucho más en lo que en la infancia permite dar cuenta de ello.
La conducta del tratamiento difiere profundamente de una escuela a otra. Jung codificó la técnica mucho menos que Freud; lo considera secundario a la personalidad del terapeuta. Es cierto que el terapeuta junguiano es mucho más directivo: su personalidad profunda resuena con la de su paciente, mientras que el terapeuta freudiano debe controlar sus reacciones emocionales hacia su paciente (contratransferencia).
Si los freudianos pueden cuestionar el valor terapéutico del método de Jung, la influencia de sus ideas en varios campos no ha sido despreciable, sobre todo en la etnología, donde el concepto de arquetipo es un instrumento para analizar las cosmogonías, el folclore y la distribución de las relaciones sociales. roles.