Written by Herbicidas son compuestos químicos que se utilizan en la agricultura para controlar el desarrollo de malezas. Estas plantas suelen ser eliminadas cuando compiten por determinados recursos con los cultivables, como el espacio, el agua, las sales minerales, entre otros.
Los herbicidas pueden subdividirse por mecanismo de acción (inhibidores de proteínas, enzimas o cualquier fase bioquímica alcanzada principalmente por el uso del herbicida), uso (aplicado directamente al suelo, preemergencia y postemergencia), grupo químico, actividad (sistémica y de contacto) y tipos de plantas controladas.
Los mecanismos de acción de algunos herbicidas se basan en la inhibición de la síntesis de aminoácidos de la cadena lateral alifática: valina, isoleucina y leucina. La sustancia actúa inhibiendo la acción de la enzima ALS que desencadena la síntesis de los aminoácidos en cuestión. Sin estos aminoácidos, el resto de las reacciones bioquímicas de la célula no pueden tener lugar, lo que lleva a la muerte de la planta.
De los más variados tipos de herbicidas que se utilizan en la actualidad, los herbicidas sistémicos no selectivos a base de glifosato, que eliminan cualquier tipo de maleza, sin distinción, ocupan el primer lugar en el ranking. El mecanismo de acción de los herbicidas a base de glifosato es siempre el mismo: inhiben la acción de una enzima llamada EPSP sintasa, sin esta enzima, la mayoría de las proteínas necesarias para el desarrollo de las plantas ya no se producen. Por lo tanto, los factores básicos del desarrollo de las plantas, como la germinación de las semillas y el desarrollo de las plántulas, se ven altamente dañados, lo que provoca la muerte de la planta a los pocos días de la aplicación.
Los herbicidas pueden intervenir en la acción de las enzimas de forma variable de una planta a otra, de un órgano a otro, y también pueden variar según el desarrollo de la planta y varios otros factores. La acción de estos herbicidas puede ser directa, en la que la interferencia ocurre en las reacciones nucleares de la célula, o indirectamente, en la que la interferencia ocurre en la producción de ATP, afectando así el nivel de energía necesario para que la célula funcione correctamente.
El uso de herbicidas en cultivos tiene ventajas relevantes: el ahorro de tiempo es mayor cuando se eliminan las malas hierbas, la acción es mucho más rápida, la mano de obra es menor y por lo tanto más barata, sin decir que no hay necesidad de remover el suelo. Pero si en los aspectos económicos el uso de herbicidas es ventajoso, en el aspecto medioambiental este uso puede traer serios riesgos. El primero de estos riesgos es la resistencia que desarrolla la maleza a lo largo del tiempo, lo que posteriormente provoca la necesidad de utilizar dosis crecientes de herbicidas. Otro problema ambiental de gran relevancia es la contaminación del agua y de los seres vivos, ya que se trata de sustancias en gran parte tóxicas.
Referencias
http://pt.wikipedia.org/wiki/Herbicide
http://www.syngenta.com/country/br/pt/produtosemarcas/protecao-de-cultivos/Pages/herbicidas.aspx
http://ambiente.hsw.uol.com.br/questao357.htm
