Written by O Radicalismo es una filosofía que utiliza métodos extremos para generar las transformaciones que pretenden sus impulsores.
El origen del radicalismo se encuentra en uno de los acontecimientos más importantes de la historia mundial, la Revolución Francesa. Esto rompió con el llamado Antiguo Régimen y sus rígidos estatutos sociales y con los privilegios de la nobleza y el clero en la sociedad. La concepción de sociedad que introdujo marca nuestra vida hasta el día de hoy y, por tanto, el evento es considerado el hito de la historia occidental, marcando el final de la Edad Moderna y el inicio de la Edad Contemporánea. Sin embargo, su desarrollo estuvo marcado por varias acciones extremistas. El término radicalismo, sin embargo, fue introducido por Charles James Fox, en 1797, en la Cámara de los Comunes de Inglaterra.
Durante la Revolución Francesa, el grupo de los llamados jacobinos defendió la reformulación radical del sufragio y el orden social. El período en el que estuvieron en el poder en el desarrollo de la Revolución Francesa marcó la fase de terror, ya que los jacobinos no se abstuvieron de métodos extremos para promover sus reformas. Así, cientos de personas perdieron la cabeza con el uso de la guillotina, que eliminó a los opositores y representantes del status quo. Entre ellos, el propio monarca francés en ese momento. París estuvo literalmente cubierta de sangre durante ese período.
Francia no solo exportó una nueva concepción social al mundo occidental, sino también su radicalismo, que guió el comportamiento de muchos grupos políticos. En este campo político, especialmente, el radicalismo es visto como una variante del liberalismo con prácticas más extremas y más asociado a movimientos de izquierda. Aún en medio de la Revolución Francesa, el radicalismo llegó a Inglaterra y guió al Partido Whig, que seguía la idea de que el valor de las acciones se mide por el bien que hacen al mayor número de personas. Durante el siglo XIX, Italia y España también llegaron a depender de sus partidos radicales que defendían políticas democráticas y revolucionarias. Por cierto, estas ideas se reunieron y canalizaron al pensamiento de uno de los filósofos más influyentes de la historia de la humanidad, Karl Marx. El llamado marxismo trata de la lucha de clases y predica la superación del capitalismo por medios radicales en los que la clase proletaria debe tomar el poder de la clase burguesa.
Brasil también tiene radicales políticos en su historia. Pero, tal como sucedió gradualmente en el mundo, el radicalismo fue incorporado por otras denominaciones. En nuestro país, los radicales fueron los republicanos, defensores de las transformaciones en la situación actual del siglo XIX, es decir, el fin de la monarquía y los privilegios de la Iglesia católica, por ejemplo.
En resumen, el Radicalismo es una oposición al conservadurismo, más adeptos a mantener los estándares sociales. La lucha social propuesta por los radicales es vista por grupos políticos divergentes como desestabilizadora del orden constitucional, aunque los radicales no están en contra de la existencia de una organización constitucional de la sociedad. Originalmente dotado de prácticas extremas, el radicalismo se ha vuelto, en general, más suave en sus acciones, pero sigue buscando reformulaciones absolutas de los respectivos contextos en los que se inserta.
Fuentes:
http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0103-40141990000100002
http://www.scielo.br/pdf/rbcsoc/v16n46/a01v1646.pdf
http://books.google.com.br/books?hl=pt-BR&lr=&id=Jj-M13o5LfAC&oi=fnd&pg=PA5&dq=Radicalism&ots=5GvLOHDOLf&sig=jDQ2g5Cw3QmZo7DYH25nrbhmAbonese&#v=
http://ideas.repec.org/b/ext/derech/421.html
