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Ambiente definido por características fisicoquímicas estables y que alberga una comunidad de seres vivos (o biocenosis). [Le biotope forme, avec sa biocénose, un écosystème.]
El biotopo representa todos los elementos no vivos de un ecosistema: el suelo y sus componentes, el aire, la humedad, la temperatura, la luz, los elementos químicos, así como, en un medio acuático, las propiedades físico-físicas. químicos del agua. Todos estos elementos condicionan la presencia y distribución de los seres vivos.
1. El suelo
El suelo es importante no sólo por la riqueza de su población en microorganismos en descomposición y lombrices, sino también porque su naturaleza influye en la vegetación. Así, en la cuenca mediterránea, el matorral crece sobre suelo calizo, mientras que la maquia crece sobre suelo silíceo o arcilloso.
Sobre los suelos arenosos, como los de las dunas costeras, crece una flora particular. Los suelos salados son específicos de las llamadas plantas halófitas (o halófilas). Los suelos ricos en nitratos permiten el desarrollo de determinadas plantas, como la ortiga o el cordero, que suelen encontrarse en vertederos o escombros.
El humus, constituyente del suelo, es el resultado de la descomposición de restos vegetales. Según las condiciones ambientales, se pueden distinguir varios tipos de humus: desde el mulo cálcico, sobre suelos calcáreos aireados, hasta la turba, pobre en oxígeno, pasando por intermedios más o menos ácidos (humus dulce sobre suelos no calcáreos, moderado sobre suelos ácidos , humus crudo en suelos muy ácidos).
2. Aire y viento
Un elemento clave, la atmósfera proporciona oxígeno a todas las especies vivas y dióxido de carbono a las plantas. El viento interviene en la evaporación del agua de las plantas y en la diseminación de esporas, polen y semillas.
3. Agua y humedad
El agua es a la vez un elemento esencial para el funcionamiento de todos los organismos vivos, desde las medusas hasta los baobabs, y el entorno de vida de un número incalculable de especies. Entre las aguas dulces, hay que distinguir las aguas estancadas de las corrientes (las primeras suelen tener una población más rica). Las aguas salobres de lagunas, salinas, estuarios, que constituyen un estado intermedio entre el agua dulce y el agua marina, son muy interesantes desde el punto de vista ecológico. Las aguas con salinidad constante albergan los llamados organismos «estenohalinos», mientras que las aguas cuyo índice de salinidad varía son el hábitat de los organismos «eurihalinos».
La temperatura del agua es otro factor importante, al igual que el contenido de oxígeno disuelto, que disminuye al aumentar la temperatura y la salinidad. En ambientes continentales, la humedad, que depende de las precipitaciones, es un factor importante en la distribución de las plantas. Pero muchas especies animales también la buscan: en los jardines, muchos pequeños animales se refugian bajo las piedras para encontrarla. En la gran selva tropical reina una atmósfera muy húmeda, denominada «higrófila».
4. Temperatura
Segundo factor esencial, con la humedad, en la distribución de los seres vivos, la temperatura varía a lo largo del año, desde el ecuador hasta los polos. Se dice que las especies que soportan variaciones térmicas significativas son euritermos. Por otra parte, la especie estenotermas tolerar sólo pequeñas variaciones. La temperatura influye en la evaporación del agua y afecta la solubilidad del oxígeno en el agua.
Se dice que los mamíferos y las aves, cuya temperatura interna permanece constante a pesar de las variaciones térmicas en el entorno circundante, son homeotermos. Por otro lado, se dice que los animales cuya temperatura interna depende de la del ambiente externo (anfibios, reptiles) poecilothermes (Donde poiquilotermos).
Las plantas y animales de ambientes extremos (desiertos cálidos, zonas polares o abismos) tienen caracteres morfológicos y mecanismos fisiológicos que les permiten vivir en estos ambientes hostiles.