Tabla de contenidos
Niño, desde el día del nacimiento hasta los 28 añosmi día de la vida.
La adaptación, la maduración y el desarrollo constituyen las principales características de esta fase de la existencia.
Cuidado e inspección al nacer
Tan pronto como nace el niño, generalmente se lo coloca sobre una mesa de reanimación con calefacción: se ausculta el corazón y se destapan suavemente las vías respiratorias superiores (cavidad nasal y faringe). Se administran gotas oftálmicas antibióticas para prevenir cualquier riesgo de conjuntivitis, así como una ampolla de vitamina K, para prevenir cualquier sangrado. La adaptación del recién nacido a la vida externa se evalúa gracias al índice de Apgar, que permite evaluar el estado de las principales funciones vitales en los minutos posteriores al nacimiento. Tres elementos son fundamentales para esta evaluación: el estado de los movimientos respiratorios espontáneos, la frecuencia cardíaca y el color de la piel (rocío, pálido o cianótico), indicio de buena o mala oxigenación de la sangre. Si el niño goza de buena salud, se le pone en contacto con su madre, después de haber sido lavado y secado. Por otro lado, si está pálido, si gesticula poco, si tiene la tez azulada y no respira de inmediato, se le debe proporcionar una ventilación eficaz sin demora (mediante máscara de oxígeno o, en caso de falla, por vía traqueal). intubación) y, en algunos casos, realizar un masaje cardíaco.
Examen médico detallado
Durante la primera semana de vida, el recién nacido es sometido a un examen minucioso por parte de un pediatra. Es deseable que buena parte de este examen se realice en presencia de los padres.
Auscultación se utiliza para evaluar la frecuencia cardíaca y respiratoria, así como la ausencia de anomalías (soplo cardíaco, molestias respiratorias). La palpación de las arterias femorales asegura que no haya anomalía aórtica (coartación).
Examen de la piel permite resaltar determinadas anomalías de la piel (púrpura, angioma) o coloración anormal (ictericia, cianosis).
Examen morfológico tiene como objetivo eliminar la posibilidad de una malformación que podría haber escapado al examen de ultrasonido prenatal. Se inserta una sonda en el esófago para verificar que no haya atresia (interrupción) de este órgano; se coloca otra sonda en el ano para verificar si hay una malformación anorrectal. También se examinan las coanas (orificios posteriores de la cavidad nasal que conducen a la faringe). Buscamos una posible división del paladar (labio leporino y paladar hendido) o una anomalía de la base de la columna. También se inspeccionan los huesos y las articulaciones para detectar una deformación craneal (cefalhematoma, bulto serosanguíneo) o una fractura de clavícula o miembros superiores (debido a una extracción difícil), o anomalías de los dedos de las manos, pies o luxación de la cadera.
Examen de la vista tiene como objetivo comprobar que la mirada se dirige espontáneamente hacia la luz, que sigue horizontalmente un objeto contrastante (blanco y negro), que no hay reflejo en las pupilas. Se busca conjuntivitis (enrojecimiento del ojo). Se sospecha una obstrucción del conducto lagrimal si el ojo del niño a menudo está «atascado», con secreciones abundantes.
Examen del abdomen conduce a evaluar el estado del resto del cordón umbilical (que contiene 3 vasos) y, mediante palpación, el tamaño del hígado. En los niños, el pene debe tener al menos 2 centímetros de largo. Ambos testículos deben estar colocados en la bolsa. En las niñas, la abertura vaginal debe ser claramente visible. Las secreciones vaginales blanquecinas o, en ocasiones, hemorrágicas que pueden aparecer alrededor del día 5mi Los días de vida son mundanos y no requieren tratamiento.
Examinación neurológica, primordial, incluye, entre otras cosas, la observación de la motricidad espontánea del niño; esto se caracteriza en particular por una gesticulación asimétrica de las extremidades, la alternancia de movimientos de flexión y extensión, la apertura y cierre de las manos. También se aprecia el tono del niño (estudio de la extensibilidad muscular, enderezamiento de la cabeza y el tronco) y se controlan los llamados reflejos primarios o arcaicos, propios del recién nacido (agarrar, succionar, caminar automático, etc.).
Pruebas de cribado biológico se realizan: el talón del niño se incide ligeramente para extraer unas gotas de sangre. La prueba de Guthrie busca fenilcetonuria (una enfermedad hereditaria caracterizada por una deficiencia enzimática); También se busca hipotiroidismo (secreción insuficiente de la glándula tiroides). También se pueden realizar exámenes de detección de fibrosis quística y anemia de células falciformes. En el caso de la anemia de células falciformes, el origen de los padres puede ser motivo de detección.
Alimentación e higiene
Los requerimientos dietéticos del recién nacido son 60 mililitros diarios de leche materna o de fórmula por kilogramo de peso al nacer y 150 mililitros por kilogramo por kilogramo al final del 1rmi semana de vida. El recién nacido suele adelgazar durante los primeros tres días de vida, principalmente debido a la escasa ingesta de alimentos; pero, en la mayoría de los casos, ha recuperado su peso inicial alrededor de 10mi día. Entonces, el aumento de peso es, en promedio, de 25 a 30 gramos por día.
El bebé debe limpiarse y cambiarse después de cada toma; si se le irritan las nalgas con facilidad, se las recubre con una pasta a base de agua. El cordón umbilical, que debe desinfectarse todos los días, cae en promedio alrededor de las 8mi día.
El recién nacido debe estar acostado en una cama con montantes rígidos, sobre un colchón firme que ocupe toda la superficie libre y sin almohada. La posición ideal para dormir es boca arriba (prevención del síndrome de muerte súbita del lactante). Es mejor cubrirlo con un pijama que con un edredón o mantas, para permitirle estar cómodo en sus movimientos sin destaparse.
Seguimiento médico
La mayoría de los países han establecido estructuras médico-sociales que permiten a los padres acceder a un control médico regular de sus hijos.
Desarrollo emocional
Tanto como el cuidado y la comida, el bebé recién nacido necesita un contacto temprano con su madre y su padre para prosperar. La calidez y la ternura que le prodigan le permiten desarrollarse de manera equilibrada.
Ver : lactancia materna, puntaje de Apgar, prueba de Guthrie.
Razones de consulta
Razones de consulta
Algunos síntomas deben alertar a los padres de un bebé recién nacido y llevarlos a contactar a un médico. Este es el caso si el niño tiene deposiciones más líquidas de lo habitual, vomita repetidamente o rechaza pequeñas cantidades de leche, varias veces al día, mucho después de beber. Asimismo, se debe tener en cuenta una temperatura superior a 37,8 ° C o inferior a 36 ° C, dificultad para respirar durante las tomas, un resfriado constante, una tos persistente o una sudoración muy profusa. Finalmente, si el niño ya no reacciona como de costumbre, parece flácido y se niega a comer, o si, por el contrario, parece tener dolor y estar molesto, si de repente se pone pálido o cianótico y pierde el conocimiento, aunque sea brevemente, se debe consultar a un médico. Los padres no deben, bajo ninguna circunstancia, darle ningún medicamento a su hijo sin consejo médico.