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La filosofía alemana es una de las grandes tradiciones culturales de los tiempos modernos. Una de sus especificidades es que la tradición religiosa, protestante y judía incluso más que católica, ha ejercido en profundidad una influencia determinante y permanente.
1. Bases institucionales
Desde el xiiimi s., en reacción contra el intelectualismo de la escolástica, había aparecido el misticismo alemán con el maestro Eckart, que será seguido en xivmi s. por Tauler y Suso, luego por Nikolaus von Kues (1401-1464), y más tarde por Jakob Böhme (1575-1624), Franz Xaver von Baader (1765-1841) y otros. Con el luteranismo nacerá la teología protestante y la universidad alemana se beneficiará de un notable desarrollo. Todo esto ayudará a afianzar las bases institucionales de la filosofía en Alemania.
2. Universalismo de Leibniz
Al mismo tiempo, la permanencia de la tradición aristotélica lleva a Leibniz a emprender su síntesis conciliadora con el cartesianismo, del que es continuador, y las ciencias de su tiempo. Mente enciclopédica, tanto metafísico como matemático, Leibniz presagia en su obra no sólo el racionalismo de la Ilustración (“Aufklärung”), sino también la metafísica del idealismo alemán: su afán de síntesis anuncia grandes sistemas como el de Hegel.
Es uno de sus discípulos, Christian Wolff, a quien la prosa filosófica en lengua alemana debe en parte su existencia, a quien criticará el que es una de las más grandes figuras de la filosofía alemana, Emmanuel Kant.
3. De Kant a Hegel
Kant opera una «revolución copernicana» en filosofía, colocando al sujeto y la razón en el centro de las perspectivas teórica (ciencia), práctica (moral) y estética. El idealismo alemán se desarrolló con los post-kantianos como Fichte, filósofo de la libertad y el yo absoluto, como Schelling, filósofo de la naturaleza y la religión, y especialmente Hegel. Como Kant, este último domina la filosofía alemana y su sistema dialéctico y totalizador dará lugar a todo un linaje de pensamiento.
4. El xixmi y xxmi siglos
Contra la corriente, Schopenhauer desarrolla una filosofía atea y pesimista, de la cual el profetismo iconoclasta de Nietzsche retomará ciertos aspectos como la preocupación estética y la «filosofía de la vida». (Lebensphilosophie). Este último constituirá toda una corriente que va desde Wilhelm Dilthey, donde también encontramos la herencia de la escuela histórica alemana, a Driesch o Ludwig Klages, a Oswald Spengler e incluso al psicoanálisis.
Mientras que la “izquierda hegeliana” da origen al materialismo dialéctico e histórico de Marx, luego a toda una corriente marxista, el idealismo neokantiano se divide en varias escuelas que tienden a definir en particular una teoría de la ciencia y la cultura. Esencialmente desarrollada por Husserl, la fenomenología se une a la tradición hermenéutica en Heidegger. También hay que mencionar la corriente resultante del psicoanálisis freudiano (Reich, Marcuse), el neopositivismo (Carnap, Reichenbach), el existencialismo de Karl Jaspers, la obra del austriaco Ludwig Wittgenstein y el neomarxismo de la escuela de Frankfurt (Adorno, Horkheimer ), quien se propone ir más allá de la “muerte de la filosofía” transmitiendo su legado dentro de las ciencias sociales como teoría crítica.