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Cáncer genital femenino que puede afectar el cuello uterino o el cuerpo del útero (endometrio).
CÁNCER DE CUELLO UTERINO
Es el cáncer más común del tracto genital femenino. Ocupa el segundo lugar entre los cánceres femeninos, después del cáncer de mama: cada año se observan 23 nuevos casos de cáncer de cuello uterino por cada 100.000 mujeres. Este cáncer aparece con más frecuencia antes de la menopausia y en mujeres que han tenido más de un hijo. Es un carcinoma de células escamosas (cáncer de epitelio), en la parte externa del cuello uterino, o un adenocarcinoma (cáncer del tejido glandular) en su parte interna.
Causas
Entre los factores de riesgo se encuentran las infecciones genitales, especialmente el virus del papiloma, que son enfermedades de transmisión sexual; la multiplicidad de parejas sexuales; la precocidad de la vida sexual; haber tenido más de un hijo; el tabaquismo.
Signos y síntomas
Las lesiones precancerosas características (displasias) preceden a la aparición del cáncer. La displasia cervical o el cáncer temprano a menudo no muestran ningún signo, pero cualquier sangrado o pérdida de sangre teñida (después del sexo, entre períodos, después de la menopausia) son señales de alerta.
Diagnóstico y evolución
Las displasias se pueden ver en un examen pélvico (aspecto del cuello uterino, prueba de lugol y ácido acético), pero el diagnóstico de cáncer de cuello uterino se basa en el examen microscópico de células extraídas del área sospechosa mediante frotis cervicovaginal. Un frotis con resultado anormal justifica un examen visual local (colposcopia) durante el cual se realiza una biopsia.
Si no se trata, el cáncer se disemina, primero localmente (a la vagina, a la vejiga, al cuerpo del útero, al recto). Es posible que se produzcan metástasis en el hígado.
Tratamiento y prevención
El tratamiento incluye cirugía y radioterapia, con quimioterapia o sin esta. En formas muy localizadas de cáncer, la conización (amputación del cuello uterino) a veces es suficiente. En formas más avanzadas, la intervención quirúrgica más grande implica la extirpación del útero, sus apéndices y la parte superior de la vagina (colpohisterectomía agrandada); se completa con una disección de los ganglios vecinos, los ganglios ilíacos. La intervención suele ir precedida de un tratamiento de radioterapia que consiste en poner en contacto una fuente radiactiva con el cuello uterino (braquiterapia). Cuando el cáncer se ha diseminado a la pelvis pequeña, se realiza radioterapia de haz externo en todos los órganos de la pelvis pequeña.
En términos de prevención, se puede ofrecer la vacunación contra el virus del papiloma a las adolescentes.
Cribado y pronóstico
La detección del cáncer de cuello uterino implica una prueba de Papanicolaou. Se recomiendan dos frotis, con un año de diferencia, al inicio de la relación sexual, luego alrededor de un frotis cada 3 años hasta la edad de 65 años, esta frecuencia puede aumentar en mujeres en riesgo. Este cribado es tanto más importante ya que, si se trata desde el principio, este tipo de cáncer se cura en casi todos los casos. El frotis anormal se completa con una colposcopia posiblemente seguida de una biopsia focalizada.
Prevención
Actualmente está disponible la vacunación preventiva contra el virus del papiloma. Está destinado a niñas menores de 15 años o hasta 23 años si el primer informe tiene menos de un año.
CÁNCER DE CUERPO DE ÚTERO
También llamado cáncer de endometrio, con mayor frecuencia es un carcinoma (cáncer del endotelio), más raramente un sarcoma (cáncer del tejido conectivo) o un adenocarcinoma (cáncer del tejido glandular). Afecta de 10 a 40 mujeres por cada 100.000 y ocurre después de los 40 años, en el 75% de los casos después de la menopausia. Más común en mujeres que nunca han tenido hijos, también puede ocurrir en mujeres que nunca han tenido relaciones sexuales.
Los factores de riesgo son obesidad, hipertensión arterial, diabetes mellitus, menopausia tardía. La hiperplasia (engrosamiento) endometrial a veces precede al cáncer.
Signos y síntomas
El tumor se manifiesta por sangrado: en mujeres premenopáusicas, es menstruación abundante (menorragia) o especialmente sangrado entre menstruaciones (metrorragia). Una mujer posmenopáusica es alertada por la reaparición de una secreción sanguinolenta.
Diagnóstico y evolución
El diagnóstico se basa en la histerografía (radiografía tras la inyección de un medio de contraste) y / o en la histeroscopia (examen directo de la cavidad uterina mediante un tubo provisto de óptica), lo que permite realizar una biopsia o un legrado uterino.
La progresión del cáncer del cuerpo uterino es lenta y dura varios años. Las metástasis pueden llegar al hígado, al cerebro y a los huesos.
Procesando
El tratamiento quirúrgico consiste en la extirpación del útero y los ovarios (histerectomía total y anexectomía bilateral), a veces complementado con la disección de los ganglios linfáticos ilíacos vecinos. En ocasiones se combina, antes o después de la operación, con braquiterapia (colocación temporal en la cavidad uterina de una fuente radiactiva) o incluso con radioterapia externa.
Cribado y pronóstico
La detección del cáncer del cuerpo del útero se basa en un examen ginecológico periódico y una consulta médica para detectar cualquier sangrado vaginal que se produzca después de la menopausia.
El pronóstico de este cáncer está vinculado al diagnóstico precoz.