demencia –

Debilitamiento progresivo de todas las funciones intelectuales, debido a una probable lesión de las células nerviosas cerebrales.

Diferentes tipos de demencia.

Las demencias se pueden dividir en dos categorías: demencias sintomáticas, que son consecuencia de otra enfermedad bien definida, y demencias degenerativas, de causa desconocida o poco clara.

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Demencias sintomáticas son con mayor frecuencia vasculares, vinculados a accidentes cerebrovasculares recurrentes. En los otros casos, la demencia es el resultado de otra enfermedad neurológica (corea de Huntington, hematomas cerebrales, hidrocefalia a presión normal) o de una enfermedad hormonal (insuficiencia tiroidea), por intoxicación (alcohol, monóxido de carbono), infección (sífilis, SIDA, Creutzfeldt). -Enfermedad de Jakob).

Demencias degenerativas tienen una clasificación en evolución. Hace tiempo que distinguimos entre las denominadas demencias preseniles, como la enfermedad de Alzheimer, con atrofia cerebral predominantemente posterior, enfermedad de Pick, donde predomina la atrofia en las regiones frontales, y las denominadas demencias seniles, sin afectación neurológica específica marcada. Estos, que ocurren después de 60-70 años, con mayor frecuencia en mujeres, están relacionados con lesiones degenerativas de la corteza cerebral. Muchos autores hacen de las demencias seniles una forma tardía de la enfermedad de Alzheimer; otros piensan en un mecanismo vascular como la arteriosclerosis.

También existen situaciones mixtas que asocian, por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular.

La tendencia actual es distinguir varios tipos de demencia primaria sin importancia de la edad: enfermedad de Alzheimer, demencias frontotemporales, degeneración cortico-basal, demencia con cuerpos de Lewy, atrofias lobares.

Signos y síntomas

Hay deficiencias cognitivas, como una disminución de la memoria, especialmente los recuerdos recientes, y la atención, lo que conduce a una incapacidad para almacenar nuevos recuerdos, pero también a una disminución en el juicio y el razonamiento. El sujeto se pierde en lugares que conocía bien, ya no puede ubicarse en el tiempo. Con bastante rapidez aparecen los trastornos de la afectividad, el lenguaje y la conducta: indiferencia, alteración del lenguaje, comportamiento violento o inmodesta. El paciente a veces es consciente de sus problemas durante mucho tiempo. Algunos signos son específicos de una enfermedad (parálisis en el caso de un tumor cerebral). En las demencias seniles, notamos el predominio de delirios de prejuicio y persecución.

Diagnóstico

El diagnóstico consiste, en primer lugar, en identificar la aparición de la demencia cuando los signos moderados aún no han alertado a los que rodean al paciente. Requiere una opinión especializada, neurológica o psiquiátrica, basada en el interrogatorio del paciente y su entorno. La segunda fase del diagnóstico se basa en la búsqueda de una causa posiblemente curable, mediante análisis biológicos y mediante neuroimagen. A veces, esta investigación es negativa y el diagnóstico de la variedad de demencia es imposible; sólo la presencia de todos los signos permitirá establecer el diagnóstico. Sin embargo, el estudio del flujo sanguíneo cerebral y el del metabolismo cerebral mediante ciertos métodos, como la tomografía por emisión de positrones (PET), destacan las anomalías locales que a veces preceden a los signos clínicos de demencia.

Evolución

El curso más característico de la demencia es el siguiente: inicio discreto a partir de la mediana edad (aparte de ciertas formas familiares raras de la enfermedad de Alzheimer que pueden comenzar a los 40 o incluso 30 años), lentitud de agravamiento (diez años o más), evolución inexorable. Pero, dependiendo del tipo de demencia, el inicio puede ser más o menos lento, la progresión más o menos rápida y los síntomas neurológicos o psiquiátricos más o menos marcados. Mantenido en casa gracias al apoyo de su familia y de la red sanitaria local, el paciente acaba perdiendo toda autonomía y incorporándose a una estructura institucional. Esta pérdida de autonomía puede ser muy rápida o incluso brutal, requiriendo la vigilancia de los cuidadores sobre la conveniencia de crear una institución.

Procesando

Algunas demencias sintomáticas se curan o mejoran al tratar su causa: administración de hormonas tiroideas; cese de la intoxicación; tomar antibióticos para la sífilis; evacuación de un hematoma subdural crónico; derivación de hidrocefalia. En las demencias degenerativas, no existe un tratamiento específico. Los fármacos actualmente disponibles, las anticolinesterasas (rivastigmina, donepezil, memantina, etc.) parecen retrasar algo el empeoramiento de los trastornos, pero no modifican el curso de la enfermedad.

panorama

El número de personas con demencia aumenta con el envejecimiento de la población. Por lo tanto, en los países desarrollados, es un importante problema de salud pública. Es por eso que la investigación médica sobre los orígenes de estas enfermedades continúa sin cesar. Actualmente se dispone de tratamientos farmacológicos, cuya eficacia, no obstante, es limitada; permiten retrasar la internación del paciente en una institución. La investigación avanza hacia tratamientos tempranos que podrían retrasar la progresión de la demencia.

Ver : Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, dengue.

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