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Condición caracterizada por la muerte de tejidos, afectando principalmente a las extremidades pero en ocasiones también a vísceras como el hígado, pulmón o intestino.
La principal causa de la gangrena es una interrupción local del flujo sanguíneo. Existen dos tipos de gangrena: la gangrena seca y la gangrena húmeda, que se produce cuando la gangrena seca o una herida se complica por una superinfección (dando lugar a una gangrena infecciosa, la más común de las cuales es la gangrena gaseosa).
GANGRENO SECO
En esta necrosis tisular, no hay infección bacteriana; las zonas afectadas mueren porque la sangre ya no puede llegar a ellas y, por tanto, porque los tejidos ya no están oxigenados. La gangrena seca no se disemina a otros tejidos.
Puede ser causada por embolia arterial (migración de un coágulo que permanece bloqueado en una arteria y la obstruye), trombosis, amputación traumática, compresión (durante un accidente) que duró más de seis horas, arteritis (inflamación de una arteria), arteriosclerosis. o congelación. Se encuentra con mayor frecuencia en la extremidad inferior, especialmente en su extremidad (dedo del pie, talón), pero puede subir hacia la rodilla. Produce un dolor violento, un cambio de color de la piel (primero pálido, luego morado y finalmente negruzco).
Procesando
El tratamiento de la gangrena seca implica mejorar la circulación arterial en el área afectada y eliminar el tejido muerto. Este tratamiento local se combina con la terapia con antibióticos.
GANGRENE HÚMEDO
La gangrena húmeda se caracteriza por la necrosis tisular debida a la infección por bacterias de un área de gangrena seca o una herida. En lugar de estar secos, los tejidos están hinchados y supurando.
Procesando
Es comparable al de la gangrena seca; no obstante, el riesgo de amputación es mayor.
GANGRENO GAZEOSO
Debido a los gérmenes anaeróbicos, especialmente los del género Clostridium, resulta, en el sitio de una herida reciente, por necrosis tisular, la mayoría de las veces debido a una lesión de la piel o membranas mucosas (accidente, cirugía), y se ve favorecida por la presencia de un hematoma o ‘un cuerpo extraño’.
La proliferación de gérmenes produce gases de olor pútrido, que se difunden bajo la piel (crepitación de gases) y en los tejidos, así como toxinas que conducen a signos locales y generales de rápida evolución. El dolor es intenso y la fiebre alta. El paciente está muy débil y su presión arterial baja.
La gangrena gaseosa, que se observa especialmente en tiempos de guerra en heridas manchadas de tierra, es rara en la actualidad y afecta con mayor frecuencia a las personas con diabetes, que son particularmente susceptibles a cualquier forma de infección.
Procesando
Se administran antibióticos y se realiza oxigenoterapia hiperbárica (exposición a oxígeno a alta presión). A nivel local, se requiere la extirpación quirúrgica del tejido necrótico. Sin embargo, el pronóstico de la gangrena gaseosa sigue siendo muy reservado.
Prevención
El cuidado y la antisepsia de las heridas es un tratamiento preventivo muy eficaz. La terapia con antibióticos es necesaria si la herida está sucia o es profunda.